Oriol Junqueras ha confirmado que será el candidato de Esquerra Republicana a las próximas elecciones catalanas. Lo hizo este martes en el Auditori Nacional de Barcelona, donde reunió a unas 600 personas entre militantes, dirigentes políticos de distintas formaciones, representantes sindicales y miembros del mundo empresarial y social. El líder republicano presentó su candidatura como un paso necesario para abrir “una nueva etapa de entendimientos, pactos y alianzas”.
Junqueras arrancó con autocrítica, reconociendo que siempre suena previsible escuchar a un dirigente decir que quiere presentarse a unas elecciones. Pero, tras ese guiño, defendió la urgencia de renovar lo que llamó “la ambición nacional de Cataluña”. Según él, el país necesita salir del bloqueo y centrarse en proyectos concretos que mejoren la vida de la gente.
En su discurso destacó dos grandes batallas: el nuevo modelo de financiación y una gestión ferroviaria propia. Ambas, dijo, requieren acuerdos amplios y capacidad de diálogo. “Son luchas decisivas que no podemos perder”, afirmó. También apuntó a Barcelona como motor económico, advirtiendo que la capital “falla” en productividad y debe proyectar mejor a Cataluña en el mundo. Dejó, no obstante, esa tarea en manos de la candidata de ERC a la alcaldía, Elisenda Alamany.
La candidatura de Junqueras se plantea como un intento de combinar ambición política y pragmatismo. Habló de un “nuevo contrato social” que apueste por salarios más altos, un salario mínimo catalán y un marco laboral propio. También propuso grandes acuerdos en vivienda, con más obra nueva pero, sobre todo, con rehabilitación masiva en ciudades, comarcas y zonas rurales, según ha publicado Europa Press.
El dirigente republicano insistió en que Cataluña no puede seguir anclada en el miedo ni en la confrontación. “La batalla de la esperanza contra el miedo es la que debemos ganar”, proclamó, ligando sus propuestas a la defensa de la democracia y el estado del bienestar. Recalcó que la competitividad no puede depender de salarios bajos y que el futuro debe basarse en consensos en energía, vivienda y políticas sociales.
Pero Junqueras también miró más lejos. Subrayó que solo una república permitirá a Cataluña disponer de todos los recursos y herramientas necesarias para garantizar su desarrollo. “Si no somos un Estado, siempre estaremos sujetos a arbitrariedades de los Gobiernos españoles”, advirtió.
El acto, titulado Una nova ambició nacional, simbolizó ese llamamiento a ampliar las alianzas. La presencia de representantes del PSC, Junts, Comuns, CUP, sindicatos y entidades sociales reforzó la idea de que el mensaje de Junqueras buscaba ir más allá de su partido. Con su candidatura ya confirmada, el líder de ERC intentará ahora convertir ese discurso de entendimientos en un proyecto electoral capaz de atraer a una mayoría.