Lamine Yamal, joven promesa del FC Barcelona, abrió su corazón en el podcast Resonancia de Corazón, conducido por José Ramón de la Morena, y habló sobre su infancia marcada por la precariedad. «Venía de un piso donde la cocina y la habitación estaban en el mismo sitio», confesó, revelando las dificultades que enfrentó junto a su familia durante sus primeros años de vida.
Desde pequeño, Lamine vivió en una residencia para padres jóvenes con su madre, Sheila Ebana, y su abuela, quienes hicieron enormes sacrificios para reunir a toda la familia en Barcelona. «Mi abuela se coló en un bus desde Marruecos y consiguió llegar a Mataró. Cuando hizo algo de dinero, pagó a una señora para que trajera a mi padre y a su hermana», relató. Su madre es central en su vida: «Para mí es mi reina, lo que más quiero». Lamine ha querido devolverle todo su esfuerzo comprándole una casa en la zona que ella eligió.
El camino hacia el éxito futbolístico no fue fácil. Lamine recordó cómo tuvo que convencer a su madre de que el fútbol era su destino: «Un día le dije: ‘mamá, voy a ir al cole, pero no voy a hacer nada. Voy a prepararme para el entreno de esta tarde’. Me contestó: ‘¿qué te has tomado?'». Pese a las broncas diarias, su determinación terminó por convencer a su familia de seguir su sueño.
A pesar de la fama y los lujos, Lamine mantiene su vida cercana a la normalidad. «Puedo tener la mansión más grande del mundo, pero estaré siempre en la sala de la Play», aseguró. No obstante, confesó uno de los momentos más duros: el apuñalamiento de su padre. «Intenté irme a Mataró, pero no me dejaron… Al día siguiente fui a entrenar y mi padre me llamó para decirme que estaba bien», recordó con emoción.
Su debut con el primer equipo del Barça marcó un hito en su meteórica carrera: «Hicimos un partidillo con los mayores y marqué dos goles. Óscar, el hermano de Xavi, me preguntó cómo era posible que no jugara. Poco después me convocaron y debuté contra el Betis». Lamine cumplió su promesa a sus padres: «Les dije: ‘Si dependéis de que yo trabaje estamos jodidos. Pero si me meto a futbolista, tranquilos porque voy a ser futbolista'». Hoy, su talento no solo brilla en el campo, sino que también ha transformado la vida de su familia.