La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha notificado un total de 390.723 casos de cólera y 4.332 muertes en 31 países en lo que va de 2025. La agencia ha advertido de que la situación continúa deteriorándose, impulsada por los conflictos, la pobreza y el desplazamiento forzado.
“Estas cifras son subestimadas, pero reflejan un fracaso colectivo. El cólera es prevenible y fácilmente tratable, pero sigue cobrándose vidas”, ha declarado Kathryn Alberti, oficial técnica de la OMS para el cólera.
Alberti ha subrayado que las cifras actuales son “demasiado altas” y que el brote se agrava en contextos de conflicto. Las personas desplazadas acaban refugiándose en campamentos superpoblados, donde el acceso a agua potable, saneamiento e higiene es extremadamente limitado.
La respuesta humanitaria se ve limitada por varios factores: escasez de financiación, falta de datos, sistemas de vigilancia debilitados y recursos humanos desbordados.
Ante esta situación, la OMS ha instado a los gobiernos y a la comunidad internacional a actuar de inmediato, según recoge Europa Press.
Las prioridades incluyen: movilizar financiación urgente; facilitar el despliegue rápido de vacunas y suministros; garantizar el acceso seguro para los trabajadores humanitarios; e invertir en soluciones de largo plazo, como sistemas sólidos de agua, saneamiento y vigilancia.
Sudán es actualmente el país que más preocupa a la OMS. El cólera ha alcanzado todos sus estados, un año después del inicio del brote. En lo que va de 2025, se han registrado más de 48.000 casos y más de 1.000 muertes. La tasa de mortalidad es del 2,2%, más del doble del umbral del 1%, que indica un tratamiento adecuado.
Aunque los casos se han estabilizado o incluso disminuido en algunas áreas, como Jartum, han aumentado en la región de Darfur. La propagación también está afectando al vecino Chad. En Tawila (Darfur Norte), el conflicto ha cuadruplicado la población refugiada, que ha pasado de 200.000 a 800.000 personas, colapsando los sistemas de agua y saneamiento.
“La gente dispone de tan solo 3 litros de agua al día, en promedio, para beber, cocinar, lavar y limpiar”, ha alertado Alberti. También ha señalado que la OMS ha intensificado su respuesta ante el inminente agravamiento de la situación con la llegada de la temporada de lluvias.
Para enfrentar el brote, se han establecido grupos de trabajo nacionales y locales. Gracias a ellos, se han abierto 17 centros de tratamiento con una capacidad total de 670 camas en Darfur. Además, se ha reforzado la vigilancia, capacitado al personal sanitario, financiado análisis de calidad del agua y coordinado medidas de salud pública transfronterizas con Chad.
A pesar de estos avances, el acceso a muchas zonas sigue siendo limitado. La violencia y la burocracia obstaculizan la llegada de ayuda. Regiones enteras de los estados sudaneses de Darfur y Kordofán continúan siendo inaccesibles.
En Chad, el primer caso de cólera fue notificado hace poco más de un mes. Desde entonces, se han registrado más de 500 casos y 30 muertes, especialmente en campamentos y comunidades de acogida en la provincia de Ouadai, fronteriza con Sudán.
Otros países también están gravemente afectados. La República Democrática del Congo (RDC) ha reportado 44.521 casos y 1.238 muertes en 2025, principalmente en el este, donde persiste un conflicto armado. Sudán del Sur ha notificado 70.310 casos y más de 1.158 muertes. Yemen, por su parte, ha registrado más de 60.794 casos y 164 fallecimientos.
En cuanto a la vacunación, Alberti ha informado que la producción de la vacuna oral contra el cólera ha alcanzado cifras récord desde diciembre, con una capacidad de 6 millones de dosis mensuales. Este avance ha sido posible gracias a nuevas formulaciones. Sin embargo, la producción actual sigue siendo insuficiente frente a una demanda sin precedentes.
Desde enero, el Grupo Internacional de Coordinación para el Suministro de Vacunas (GCI) ha recibido 38 solicitudes de 12 países. Esta cifra triplica la del mismo período del año anterior. Hasta la fecha, ya se han asignado más de 40 millones de dosis, frente a las 35 millones distribuidas en todo 2024.
Más del 85% de estas dosis aprobadas en 2025 están destinadas a países inmersos en crisis humanitarias. Solo Sudán recibirá hasta un tercio del total.