Veraluz del Caudillo

10 de agosto de 2025
1 minuto de lectura
Franco
Dictadura de Franco.
Un grupo de falangista reclamaba que al pueblo se le llamara José Antonio

Tras aquel parte de la victoria leído por Su Excelencia el Jefe del Estado y que aún memorizan los veteranos del pueblo: «En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado», a Veraluz, contaban mis padres, quiso llamarla el alcalde Veraluz del Caudillo.

Sin embargo, se desestimó la idea porque un grupo de falangistas prudentes reclamaban una alternativa en nombre de José Antonio. Y se quedó en Veraluz sólo, porque la luz de su propia inteligencia bastaba para juntos y en paz la sabiduría del convivir.

Hoy, con esta pobrísima casta política que nos deslumbra salta la conveniencia de borrar la Historia que fue, dividiendo a pueblos que tienen en sus apellidos El Caudillo, como memoria de un bienestar que ahora ponen en entredicho los solapados de entonces que nunca levantaron la voz por cobardía.

A la vista está que en todos los Gobiernos, también en aquellos, los amiguismos, sobornos, propagandas y atropellos estaban, como ahora están, al orden del día. Pero a nadie, medianamente lúcido, se le va a ocurrir tachar de los calendarios la tragedia en España de estos últimos años.

Pedro Villarejo

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