Cuatro miembros del grupo ultra Frente Atlético reconocieron este lunes en Madrid su responsabilidad en el colgado de un muñeco hinchable con la camiseta de Vinícius Junior en un puente cercano a la Ciudad Deportiva del Real Madrid, un acto calificado como delito de odio y amenazas. El suceso, ocurrido en enero de 2023, generó una profunda polémica por su carácter racista y ofensivo hacia el futbolista brasileño, según una información de Europa Press.
El acuerdo entre la fiscalía y los acusados contempla penas que van desde los siete hasta los 22 meses de prisión, con multas que oscilan entre 720 y 1.084 euros. Además, los condenados tienen prohibido acercarse a menos de 1.000 metros de Vinícius, tanto en su domicilio como en su lugar de trabajo, y también tienen vetada la entrada a todos los estadios durante partidos oficiales.
Se les inhabilita, asimismo, para ejercer profesiones relacionadas con la educación, el deporte y el tiempo libre por períodos de hasta cuatro años y tres meses, en función de la implicación individual.
Los implicados firmaron una carta dirigida al jugador, al Real Madrid, a LaLiga y a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como muestra de arrepentimiento. Esta acción ha servido para reconocerles la atenuante de reparación del daño, siempre que completen un programa formativo sobre igualdad y no discriminación, que podría suspender las penas de prisión.
El incidente se produjo antes de un partido de Copa del Rey entre Real Madrid y Atlético de Madrid, cuando colgaron el maniquí con piedras simulando un ahorcamiento y una pancarta con un mensaje ofensivo. Uno de los acusados difundió imágenes del acto a través de redes sociales, amplificando el impacto y la humillación pública hacia Vinícius.
El futbolista denunció que la agresión respondía a un ataque racista por el color de su piel y manifestó que atentaba contra su honor y dignidad. LaLiga y el Real Madrid se personaron en la causa como acusaciones, reclamando una indemnización por daños morales.
Este caso pone en evidencia la persistencia del racismo y la violencia verbal en el fútbol, y subraya la importancia de sancionar y educar para erradicar estos comportamientos. La justicia ha impuesto penas ejemplares, acompañadas de medidas educativas, para intentar evitar que episodios similares vuelvan a repetirse.
El Frente Atlético, vinculado a ideologías extremistas, vuelve así a estar en el foco de la polémica, mientras el deporte reclama un ambiente seguro, respetuoso e inclusivo para todos sus protagonistas y aficionados.