La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado un avance clave: los Estados miembros han alcanzado un acuerdo para afrontar mejor futuras pandemias y evitar los errores cometidos durante la crisis de la covid-19. Este pacto histórico deberá ser aprobado formalmente en mayo por la Asamblea Mundial de la Salud, el principal órgano decisorio del organismo.
«Las naciones del mundo han hecho historia hoy en Ginebra. Al alcanzar el consenso, no solo han establecido un acuerdo generacional para un mundo más seguro, sino que también demostraron que el multilateralismo sigue vigente y que, en nuestro mundo dividido, las naciones aún pueden colaborar para encontrar puntos en común y una respuesta común a amenazas compartidas», declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Durante su intervención, Ghebreyesus agradeció el esfuerzo de los Estados miembros y sus equipos negociadores por su compromiso con la salud global. «Su visión de futuro, compromiso e incansable labor», destacó. «Esperamos con interés la consideración del acuerdo por parte de la Asamblea Mundial de la Salud y esperamos su adopción», añadió.
Este nuevo marco internacional es fruto de un proceso iniciado en diciembre de 2021, en plena pandemia, cuando se constituyó un órgano negociador intergubernamental con la misión de redactar un instrumento legal que refuerce la prevención, preparación y respuesta ante pandemias. Desde entonces, se han llevado a cabo 13 rondas formales de negociación y numerosas reuniones informales.
El acuerdo alcanzado incluye medidas concretas como el establecimiento de un sistema global para el acceso a patógenos y el reparto equitativo de beneficios, el fortalecimiento de capacidades de investigación y desarrollo en distintas regiones del mundo, la transferencia de tecnología y conocimientos, así como la movilización de personal sanitario capacitado a nivel nacional e internacional. También contempla la creación de un mecanismo financiero de coordinación y una red logística mundial para asegurar la respuesta rápida ante futuras crisis sanitarias.
Uno de los puntos clave del texto es que respeta plenamente la soberanía de cada país. El documento especifica que la OMS no tendrá autoridad para imponer leyes ni políticas nacionales, ni podrá obligar a los Estados a adoptar medidas como confinamientos, vacunaciones forzosas o restricciones a la movilidad.