Dos gallos en el mismo gallinero…

Una semana después de la sorprendente rueda de prensa en la que la vicepresidenta Yolanda Díaz afeaba al Gobierno, del que forma parte, hubiese decidido que los perceptores del salario mínimo tributasen por IRPF y que se hubiese enterado de ello por la prensa, la crisis entre PSOE y Sumar no remonta y ambas formaciones y sus líderes mantienen el pulso.

Mañana se cumple esa semana de la tensa rueda de prensa y habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos, aunque en fuentes socialistas reconocen que la polémica no les viene bien y quieren cerrar el asunto lo antes posible.

No es la primera vez que Sumar y PSOE ‘discuten’ por sus diferentes planteamientos, sobre todo en materia económica, y no es la primera vez que intenten disimularlo. Ahora, además de aplicar IRPF al salario mínimo o el gasto militar están el contrato de Muface, la baja laboral flexible, la vivienda y la migración, asuntos que también han generado discrepancias en el Gobierno.

Siempre se ha dicho que dos gallos en el mismo gallinero no es viable, y en este caso los gallos son las vicepresidentes María Jesús Montero, responsable de Hacienda, y Yolanda Díaz, que tutela Trabajo. Aunque no lo parezca, no descarto que detrás de este encontronazo haya más trasfondo que una pura cuestión de principios y de ideas, que no lo descarto, insisto, pero ¿no es posible que los dos gallos de corral se peleen por la amistad y el cariño de la misma gallina (perdón, no quiero que nadie haga interpretaciones maliciosas con lo de gallina, pero es para entendernos (si hubiesen sido los ministros Puente y Bolaños, pongo por caso, sería más fácil).

El caso es que la pelea no ha acabado y Yolanda Díaz, que está muy necesitada de votos y cariño, sabe que la está ganando porque en la calle sus tesis son las que gustan, y me temo que no va a dar el brazo a torcer. El problema es que si cede Montero y la línea oficial del Gobierno de Sánchez está dando imagen de debilidad y eso tiene costos políticos.

De momento Díaz y Pedro Sánchez no han ahorrado muecas y carantoñas en el Congreso para teatralizar la normalidad que no existe por mucho que simulen cordialidad y sintonía porque, eso sí, crisis habrá pero lo de romper el Gobierno ni de coña. Una cosa son los cabreos y otra la mamanduca. ¡Tonterías las justas!