Por ANSELMO CIFUENTES
El contenido de los documentos del CNI, sobre sus vínculos con el Imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, implicado en los atentados de Barcelona y Cambrils, desclasificados por exigencias de Junts al Gobierno, junto con la creación de una comisión de investigación en el Congreso en vigor, avala la versión oficial en el sentido de que Es Satty no era un colaborador del Centro Nacional de Inteligencia cuando ocurrieron los hechos de aquel aciago día 17 de agosto de 2017.
A raíz de hacerse público su contenido, diversos medios han señalado a los sectores independentistas como alentadores de elucubraciones conspiranóicas, por mantener la teoría de que detrás del atentado pudieron estar los servicios secretos del Estado para desestabilizar Cataluña y evitar el referéndum independentista que se iba a celebrar casi dos meses después, concretamente el 1 de octubre de ese año.
Muchos medios culpan igualmente al comisario jubilado José Manuel Villarejo de ser cómplice de esa teoría al haber mantenido públicamente, tanto en la Audiencia Nacional como recientemente el pasado 4 de diciembre en la comisión del Congreso, que los hechos fueron un error de cálculo del exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, cuando pretendió darle un pequeño susto a Cataluña, según el comisario.
FUENTES INFORMADAS ha contactado con el polémico comisario, que aceptó a responder a varias preguntas sobre este asunto.
Pregunta. – Se le ha tachado de traidor a la unidad de España por aliarse con los separatistas para desestabilizar al Estado? ¿Le molesta?
Respuesta. – Me encuentro razonablemente bien, pese a mi edad. Aún conservo la energía mental suficiente para seguir decidido a contar la verdad por muy incómoda que sea. Claro que no me ha gustado, y no es así.
P.- Los informes desclasificados del CNI parecen desmontan la teoría conspiranoica de Puigdemont mantenida, en línea con la sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional sobre los tres terroristas vivos, y ratificada por el Tribunal Supremo.
R.- Jamás pretendí sembrar el germen de la duda de que el CNI tenía siniestros propósitos sobre Cataluña y lamento que el separatismo encontrara un soporte a su relato catastrofista como víctima del Estado. Resulta una contradicción que se me señale como alto responsable de la mal llamada policía patriótica por ser un incansable defensor de la unidad de España, vincularme a la llamada Operación Cataluña y, al mismo tiempo, mantener que ayudo al independentismo.
P.- Entonces por qué hace esas manifestaciones públicas que alientan al separatismo?
R.- Lamento que mis críticas constructivas se interpreten como deslealtades a las instituciones más importantes del Estado como son el Poder Judicial y el CNI.
Le tengo un profundo respeto tanto al Poder Judicial, como al CNI, que junto al resto de las instituciones del Estado son los garantes de que vivamos en un país afortunadamente democrático. Pero solo se mejora y se avanza en calidad democrática, cuando se permite que el discrepante emita su opinión o su criterio por lo que considera que está mal y se debe corregir.
P.- ¿Se quiere justificar ante esas declaraciones tan alarmistas de que eran sólo críticas sin más a lo que considera un mal funcionamiento de las instituciones?
R.- Por supuesto, al igual que en su día dije que la Corona es un pilar fundamental del Estado, pero que se la protege corrigiendo sus errores en lugar de encubrirlos, así opino del resto de las instituciones, que cuando cometen errores, lejos de asumirlos para corregirlos, los encubren una y otra vez, creyendo que reconocerlos debilitaría su prestigio, cuando creo que es todo lo contrario.
P.- ¿Sigue manteniendo que los atentados de Cataluña pudieron evitarse?
R.- Estoy convencido de ello. Tengo la mejor opinión de los 3.000 miembros que trabajan en el CNI y con muchos de ellos sigo manteniendo contacto, especialmente con los agentes de campo. Y de no haber sido por la mala relación personal que tuve con su director, éste no habría despreciado mis informes de inteligencia que en 2015 alertaba de las actividades de un imán que procedente de Bélgica se había instalado en Cataluña y que mis fuentes marroquíes me advertían que iba a ser un peligro alto para la Seguridad de Estado.
P.- Pero fuentes del CNI han dicho que usted nunca concretó la identidad de ese imán y que buscarlo sin demasiados datos era una empresa casi imposible
R.- Es cierto que no pude concretar que se trataba del Imán de Ripoll porque en 2015 mi fuente desconocía su identidad, pero con los detalles que aporté podría haber sido identificado ya que el CNI mantenía contactos con él. El hecho de que despreciaron mi información es que boicotearon mi ofrecimiento de que esa fuente marroquí mía, muy relacionada con movimientos catalanes de corte yihadista se instalara en dicha Comunidad y penetrara en esos ambientes para descubrirle.
P.- ¿Por qué insiste en que el CNI estaba relacionado con el Imán, si ya los informes que se han desclasificado dicen todo lo contrario?
R.- Estoy convencido de que esos informes se han elaborado ah doc para contentar a los del relato oficial y servir de coartada a los errores que se pudieron cometer y que una vez más, nunca se corrigieron, limitándose a trasladar de la sede del CNI de Cataluña a los responsables de controlar al Imán y al resto del comando que dirigía.
P.- ¿Está diciendo que los informes que se han desclasificado el CNI son falsos?
R.- En el mundo de la inteligencia el término falso no suele emplearse, en lugar de ello se dice maniobras de distracción, señuelos…. A las identidades falsas que me daban para actuar como agente de inteligencia, se denominan identidades operativas, pues, entiendo que para encubrir esos errores, se han elaborado más que informes falsos, informes operativos.
P.- ¿En qué se basa para insistir en que el Imán era un colaborador del CNI?
R.- Por el cúmulo de evidencias que existen y que voy a relatarles a continuación y que ya constan pormenorizadamente en el libro de mis primeras memorias que he publicado hace unos días que se llama «El Estado contra mí«, referido a los que manejan el estado profundo.
Son Parásitos del Sistema que quieren medrar eternamente y no les importa tener a una legión de villarejólogos para publicar decenas de libros sobre mí con el único fin de desacreditarme, pese a lo cual sigo con el propósito de contar la verdad de los hechos que personalmente he vivido, porque la ciudadanía se merece que se conozca al menos otra versión aparte de la oficial.
Si la tragedia pudo evitarse y no se hizo, el CNI lo tendrá en su conciencia.
Nos tienen por tontos. Y las víctimas y sus familias deberían pedir responsabilidades.
El jefe del CNI supongo que está en su casita tan tranquilo.
El jefe del CNi debería hacérselo mirar. Este comisario es incombustible
cuente, cuente la verdad . este país está lleno de mentirosos empezando por Pedro Sánchez
Los Villarejologos son estómagos agradecidos. Ánimo señor Villarejo