En invierno, los cítricos como naranjas y toronjas alcanzan su punto más dulce y jugoso, convirtiéndose en un aliado nutricional perfecto para reforzar el sistema inmunitario y promover la salud general, según informa El Diario de Chihuahua.
Estos frutos destacan por su alto contenido en vitamina C, un nutriente esencial que el cuerpo no produce de forma natural pero que es vital para formar células inmunitarias, cicatrizar heridas y absorber hierro de origen vegetal. Por ejemplo, una naranja aporta 83 miligramos de vitamina C, casi alcanzando la cantidad diaria recomendada, mientras que media toronja ofrece 46 miligramos.
Aunque la vitamina C no cura directamente los resfriados, consumirla de forma regular puede ayudar a reducir la duración de estas enfermedades. Además, los cítricos ofrecen beneficios antiinflamatorios gracias a sus antioxidantes, como los carotenoides y la propia vitamina C, que ayudan a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y las cardiopatías.
Para obtener todos los nutrientes de los cítricos, se recomienda optar por la fruta entera en lugar de su jugo, ya que este último pierde gran parte de la fibra beneficiosa y concentra más azúcar y calorías. También es importante ser precavido con el consumo de toronjas, ya que pueden interactuar negativamente con algunos medicamentos. Si tomas fármacos de manera habitual, consulta a tu médico antes de consumirlas.
No se deben olvidar las cáscaras: su capa exterior contiene aceites con antioxidantes que pueden potenciar tu salud. Añadir ralladura de cítricos a tus recetas es una forma sencilla y deliciosa de aprovechar todos los beneficios que estas frutas tienen para ofrecer.