Hoy: 28 de diciembre de 2024
Lo más sorprendente de la vida es que ya, muchas cosas de ella, no nos sorprenden. Como esta de los asesores. En España, miles de asesores nublan el sol de las mañanas que, si de verdad lo fueran, evitarían tantos errores en las evidencias.
Yo sé de uno que cobra por asesorar al Gobierno en materia de agricultura. Para cada mes tiene preparada su sentencia: “Ahora, en diciembre, tienen más redondos sus ojos las aceitunas”… Siete mil euros y hasta el mes que viene.
Uno de los asesores del ministro de Interior, que es primo segundo de un amigo mío, le tuvo preparada una sentencia de Walt Whitman que había de durarle un mes: “Resiste mucho y obedece poco”. Y él, que en su decir de muselinas es tajante en el desempeño, resiste y sólo obedece a su conciencia, tan ajada… Otros siete mil euros.
Yo me ofrezco como asesor de alguien que mande y sea importante, incluso estaría dispuesto a cobrar mucho menos. Para empezar, le brindaría un relámpago de Vicente Núñez: “El hombre que se apoya en el aire, adquiere la consistencia de las estrellas”.
pedrouve
Parafraseando a los Romanos “Ah! Los asesores son muchos, pero sirven tan poco”. Conocemos algunos, se les nombra y ahí acaba la necesidad de ellos. Tampoco importa lo que digan, sus informes, en el mejor de los casos, dormitan en cajones oxidados. Se puede ser más útil haciendo cualquier otra cosa.
Los asesores son su corte, la corte del falso benefactor como así se hace llamar.
cuantos más, mejor para él..
Si se pregunta que dirá la historia de el, que no se preocupe si la escriben los falsos
escritores afines, esos que quedarán para barrer las hojas secas de una falsa siembra.
Nadie le recordará como un buen Español. Todos los recordarán por los muertos de Valencia, junto a otros que están traspapelados…
Muchos hemos perdido la facultad de poder sorprendernos.