Hoy: 18 de diciembre de 2024
Un nuevo estudio sobre la soledad no deseada realizado por la Fundación Iseak para Cruz Roja pone de manifiesto que el 44% de la población en España experimenta esta problemática de forma indirecta, mientras que un 9% asegura sentirla más de la mitad del tiempo cada día. El informe, titulado “Percepción y Vivencia de la Soledad no Deseada”, evidencia la creciente incidencia de este fenómeno, especialmente entre las personas jóvenes y grupos en situación de vulnerabilidad.
De acuerdo con los datos, las personas entre 18 y 29 años son las más afectadas, con un 50% que reconoce sentirse solas de forma no deseada. Este porcentaje disminuye progresivamente conforme aumenta la edad, pasando al 47% en la franja de 30 a 39 años y reduciéndose al 37% entre las personas de 70 a 79 años.
El estudio, que incluyó 5.825 entrevistas telefónicas, además de 668 participantes y cinco grupos focales del proyecto CRECE de Cruz Roja, destaca que aunque la soledad no deseada se percibe comúnmente como un problema asociado a las personas mayores, los jóvenes son quienes más la expresan.
El informe identifica una serie de factores de riesgo que pueden agravar la soledad no deseada. Entre ellos destacan:
Curiosamente, vivir en municipios pequeños o pertenecer a una minoría étnica reduce, en algunos casos, el riesgo de experimentar soledad no deseada, según el informe.
Asimismo, se señala que ciertos eventos vitales actúan como detonantes. Entre los más destacados están:
El estudio también analiza cómo la discapacidad y las enfermedades crónicas influyen en la percepción de soledad. En el caso de las mujeres, la discapacidad se presenta como un factor que aumenta significativamente el riesgo de sentir soledad no deseada. Por otro lado, las enfermedades crónicas incrementan este riesgo en los hombres, aunque afectan a ambos géneros.
La segunda parte del estudio profundizó en la vivencia de la soledad entre grupos especialmente vulnerables pertenecientes al proyecto CRECE. Este programa aborda la situación de personas mayores, mujeres víctimas de violencia de género, jóvenes extutelados, personas sin hogar y personas con dificultades de salud mental.
A pesar de que estos grupos no siempre expresaron niveles alarmantes de soledad en un primer momento, el análisis reveló que un 45% afirmó sentir soledad la mayor parte del tiempo en respuesta a preguntas directas. Sin embargo, al profundizar con preguntas indirectas, el porcentaje se disparó hasta un 86%, reflejando una realidad mucho más preocupante.
No obstante, también hay señales de esperanza. Según el informe, un 66% de las personas involucradas en el proyecto CRECE aseguraron haber ampliado sus relaciones de confianza, un aspecto clave para combatir la soledad no deseada.
La investigación subraya que la soledad no deseada sigue siendo un fenómeno silencioso, con implicaciones significativas para la salud mental y el bienestar social. Cruz Roja, a través de iniciativas como el proyecto CRECE, busca visibilizar y abordar este desafío creciente, ofreciendo recursos y apoyo a las personas más afectadas.
Con estos datos, el estudio invita a reflexionar sobre la necesidad de políticas públicas y medidas concretas que ayuden a prevenir y reducir la soledad, especialmente entre los jóvenes y grupos vulnerables, que representan los sectores más afectados por este problema.