Hoy: 14 de diciembre de 2024
Utilizar de manera inadecuada las tarjetas de crédito acaba ‘pasando factura’ en un sentido amplio y peligroso porque se acaba sobreendeudado y en una espiral difícil salida.
Las tarjetas de crédito son la opción más elegida para la financiación de gastos por aquellas personas que se encuentran sobreendeudadas, hasta un 83% posee tres tarjetas de crédito con las que financian incluso gastos corrientes, una práctica peligrosa, pero extendida, según se desprende del análisis de 25.000 agrupaciones de crédito realizado por Agencia Negociadora que detalla el comportamiento de las personas que solicitan este instrumento por exceso de deudas.
La agrupación del crédito permite a estas personas unificar en una sola herramienta de financiación las múltiples deudas que tienen a sus espaldas, lo que supone una reducción del monto a pagar mensualmente considerable, de media pasan a de pagar 1.900 euros a 600 cada mes, una cantidad mucho más asequible.
Las tarjetas de crédito se convierten en una arma de doble filo debido a la facilidad para conseguirlas y la no intervención de la entidad bancaria en la autorización de esta, lo que provoca que casi el 100% posean al menos una tarjeta, ocho de cada diez hasta tres y el 7% llegan a tener a su nombre cinco o más tarjetas de crédito.
Entre los productos o artículos que se financian a través de este instrumento, se encuentran desde bienes de consumo duraderos, como televisores o coches, y gastos del día a día, como la alimentación o el combustible, lo que supone un gran peligro.
La refinanciación de otras tarjetas previas que se han quedado sin saldo de crédito disponible o las letras de la hipoteca son otros ejemplos de productos financiados con estas tarjetas.
Asimismo, desde Agencia Negociadora alertan del peligro de las tarjetas denominadas ‘revolving’, las cuales permiten que la cuota mensual para pagar el monto total sea elegido por el propio solicitante, que en ocasiones se elige una cuota tan baja que no permite pagar la cantidad total nunca, pagando en ocasiones únicamente intereses, convirtiendo la deuda en eterna e impagable.
La utilización de esta herramienta entre los solicitantes de crédito ha pasado del 20% en el total de las financiaciones hace 12 meses hasta el 31% que supone actualmente.
El análisis también pone el foco en la cantidad de créditos bancarios que poseen los solicitantes de agrupación de créditos y más de la mitad tiene activos al menos tres créditos personales diferentes.
Asimismo, la cantidad de financiaciones provenientes de Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) o microcréditos alcanza los tres créditos hasta para una de cada tres personas sobreendeudadas, una práctica peligrosa que también suele estar destinada a la financiación de bienes de consumo corrientes.
El volumen total medio de deudas financiadas por las agrupaciones de crédito asciende a 51.000 euros y gracias a la nueva consolidación de esta deuda, de media los deudores destinan únicamente el 23% de sus ingresos al pago de la cuota.
El suscriptor de operaciones de agrupación de créditos tiene una edad promedio de 53 años, con unos ingresos mensuales de 2.500 euros, un contrato indefinido en el 83% de los casos y con una antigüedad en el puesto de trabajo de 15 años.