Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Comunidad Valenciana ha vuelto a ser duramente golpeada por un temporal devastador. Este 29 de octubre de 2024, una DANA ha descargado lluvias históricas, superando todos los registros previos y dejando al menos 63 víctimas mortales, con imágenes de personas atrapadas en techos de coches, en casas inundadas y carreteras cortadas. Estas escenas evocan recuerdos de episodios trágicos como la riada de 1957 y la pantanada de Tous en 1982, que marcaron un antes y un después en la gestión de infraestructuras y seguridad de la región.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha advertido de que los patrones de precipitación en la Comunidad Valenciana están cambiando, con lluvias cada vez más torrenciales y breves, alcanzando en pocas horas el volumen de precipitación que normalmente se repartiría a lo largo de varios días. La DANA de 2024 es prueba de este cambio, con acumulados de hasta 445,4 litros por metro cuadrado en solo 24 horas en Chiva (Valencia), un registro comparable solo a la histórica gota fría de 1996.
Esta DANA recuerda a la histórica riada de 1957, cuando el río Turia se desbordó en dos olas de crecida que dejaron 81 víctimas y obligaron a la construcción de un nuevo cauce para proteger la ciudad. La Confederación Hidrográfica del Júcar ha informado que este cauce fue capaz de desaguar con éxito dos picos de 2000 m³/s gracias a su capacidad de evacuación de 5000 m³/s, evitando una tragedia similar. Sin embargo, los daños en otras zonas y las inundaciones de viviendas y carreteras han sido extensas.
Otro desastre importante en la región fue la rotura de la presa de Tous en 1982, cuando lluvias intensas provocaron una catástrofe que arrasó varios municipios y causó numerosas víctimas mortales. Este episodio, conocido como la pantanada de Tous, dejó una huella imborrable en la memoria de la Comunidad Valenciana, reforzando la necesidad de prever y responder a fenómenos meteorológicos extremos.
La gota fría de este octubre también ha superado registros recientes, incluyendo la DANA de 2019 que afectó gravemente a la Vega Baja en Alicante con precipitaciones de hasta 521,6 l/m² en un solo día, acumulado equivalente a la lluvia de un año. La frecuencia de estos eventos intensifica el impacto en la población y muestra la necesidad de planificación ante lluvias extremas, como ocurrió también en los episodios de septiembre de 1989 y 1996.
La periodicidad de estos temporales demuestra que las DANA y las gotas frías han dejado una historia trágica en la Comunidad Valenciana. Con eventos extremos en 2000, 2007 y 2018, la región sigue lidiando con un clima cambiante y más agresivo.