Cuando el fango cubrió el paisaje de España

25 de octubre de 2024
2 minutos de lectura
Cuando el fango cubrió los paisajes de España. | EP

Los días tenían bonitos colores, unos días más que otros, daba igual en invierno que en verano y se podía vivir en nuestra tierra sintiendo una “libertad sin ira” como decía aquel himno que se suponía nos traería una nueva forma de poder vivir en paz, los unos con los otros.

Los ecos de aquellos tiempos nos llegan con una cierta añoranza. Así, por la gran ilusión que sentíamos todos hoy por desgracia perdida y sin visos de mejorar, mientras nos llega a todos el hedor de ese fango que un día apareció como arenga en un vocabulario de defensa personal y de bloque.

La memoria de aquella terrible guerra entre hermanos, permaneció en un largo letargo, fue necesario para tener una convivencia pacífica, de esa historia que era preferible no hablar, por respeto a todos, y dejaron a los muertos descansar y los vivos comenzaron a crear, ese fue, el verdadero camino que hacía décadas se respetaba, hasta ahora.

Hoy está todo demasiado turbio, para poder ver con claridad la verdad de lo que está ocurriendo en nuestro país. Antes, se estudiaba con absoluta honestidad la historia de España y nos hacía sentir ese orgullo de españoles, por ser lo que éramos.

Hoy nos están transmitiendo un odio y un rencor imposible de definir, hasta el punto de hacernos sentir una inmensa preocupación por el futuro, se nota en muchas de esas arengas en las televisiones, que han sido creadas, con precisión, para emborronar la auténtica verdad de nuestra historia.

Han logrado que muchos ciudadanos no quieran ni saber qué está ocurriendo con la política y sus actitudes son de pasotismo total o rabia infinita. Robar, antes era una actitud que practicaban los desheredados de la vida, de causas morales y de convivencia, en definitiva denominados como, gentuza”.

Hoy, esa forma de enriquecerse es casi de héroes, es muy vergonzoso, y se ve en muchas contiendas verbales, como se lanzan puyas de todo tipo, los unos a los otros, y él tú más, está en sus desafinadas y destempladas voces.

Esos honrados políticos que gestionan con verdad y entrega su cometido. Se merecen todo nuestro apoyo por ser lo que deben ser y más después de jurar o prometer su cargo. Es una obligación con esa sociedad que les ha conducido a ese lugar de privilegio, que otros, han denostado sin piedad.

Barrer, no es suficiente, el fango se queda pegado en las alfombras, la limpieza debe ser total y sobre todo las empresas anti plagas tienen que funcionar a fondo para terminar con posibles ácaros malignos.
Tirar esos zapatos tan impregnados de ese “tufo” es muy necesario, luego miraros en un espejo y ser críticos con vosotros mismos, seguro que os sentiréis limpios, incluso más atractivos.

Esperemos que regrese esa dignidad, hoy perdida por esas mentiras que nos han bombardeado durante años, esos años vacíos de contenido por culpa de las falsas verdades.

¡LOS APLAUSOS SON PARA LOS TEATROS!

Debían estar prohibidos en ese lugar tan sagrado, donde se dan rienda suelta a toda clase de leyes que debemos cumplir todos, sean lo destructivas que sean. No seáis fariseos sonrientes, da vergüenza ajena, veros como habéis perdido vuestra dignidad para poner en la atalaya, a quien os tirará de vuestra peana, sea de la altura que sea.

¡NO TODO VALE POR DINERO!

La dignidad junto a la vida, es el bien más preciado y perderla, es morir socialmente, para siempre.

SER DIGNOS, ES VUESTRA MEJOR TARJETA DE VISITA.

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...