Hoy: 22 de noviembre de 2024
Este inmenso informe, escrito por el magistrado Joaquín Aguirre López, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, aporta un relato detallado y minucioso sobre las actuaciones de Puigdemont y otros secesionistas en la trama que pretendía la alianza de Rusia con Cataluña para conseguir la independencia.
Los 200 folios del documento en los que el juez Aguirre investiga la presunta traición de Puigdemont y adláteres con los rusos para lograr la independencia, está ahora en el Tribunal Supremo, Sala de lo Penal. Joaquín Aguirre concluye, en el extenso informe que Puigdemont y otros han podido cometer delitos de traición a España al aliarse con Rusia para que esta les ayudase con soldados -unos 10.000 prometió Rusia-, para separarse de España. En esta información, al final, Fuentes Informadas ofrece los contenidos más relevantes en 82 de los folios.
El informe judicial arranca con una exposición razonada que da pie a la introducción de los hechos indiciarios y al relato en el que destaca la filosofía política de Terradellas (este se encontraba en Moscú dos días antes del referéndum del 1-Octubre de 2017), y se detiene después en diferentes apartados en los que pormenoriza cuestiones como los indicios de la comisión de delitos y sus participantes, entre ellos los de traición, malversación y organización criminal.
El documento acaba en sus conclusiones en las que no tiene lugar a dudas sobre la implicación de Puigdemont y otros en la trama rusa y la traición a España.
“Esta secuencia de hechos describe una estrategia continuada en la que los sucesivos presidentes, durante sus respectivos mandatos han ido asumiendo, impulsando y evolucionando en función de las circunstancias”, señala el escrito. Y añade: “Artur Mas mantuvo a Terradellas en su puesto de secretario de Relaciones Internacionales, un puesto muy relevante y de gran responsabilidad para lograr contactos al más alto nivel posible en el gobierno ruso, no se puede comprender sin el conocimiento y anuencia de los respectivos líderes políticos, esto es, Artur Mas, presidente de la Generalitat y líder del partido del que cobraba Terradellas, y Carles Puigdemont desde que fue investido presidente”.
En su informe el magistrado señala que es lógico pensar que cualquiera de las iniciativas de calado internacional tomadas por Terradellas “eran conocidas y aprobadas por sus sucesivos responsables políticos”. Sostiene además que “tanto Artur Mas como Puigdemont tenían el liderazgo y el control de las acciones que tomaban sus cuadros directivos, y disponían de la capacidad de suspender, interrumpir o modificar las actividades dirigidas a contactar con actores de influencia rusos, cuyos intereses eran contrarios al estado español al que representaban”.
Para este magistrado se produce así una suerte de autoría mediata en la que elementos directivos, con gran capacidad operativa e influencia, representados por Terradellas primero y Josep Lluís Alay, después, “actuaban como instrumentos al servicio de una línea de trabajo estable que ha permanecido durante años, a pesar de los sucesivos relevos personales acaecidos”.
En su opinión “no parece necesario pensar que Mas o Puigdemont tuvieran que autorizar cada acción de ámbito internacional de sus directivos, pues se trataba de personas de su máxima confianza, en puestos de primer nivel, con autonomía y capacidad para decidir cómo alcanzar los logros estratégicos”. Aguirre recalca que respecto a los delitos a cometer por la organización “serían los de traición, empleando como medio una posible malversación de caudales públicos”.
Los lectores pueden acceder aquí al documento judicial completo que le ofrece Fuentes Informadas.