Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA logró observaciones con radar de dos asteroides que pasaron cerca de nuestro planeta a finales de junio con solo horas de intervalo, según informa Europa Press..
Uno resultó tener una pequeña luna orbitando alrededor, mientras que el otro había sido descubierto sólo 13 días antes de su aproximación más cercana a la Tierra. No había riesgo de que ninguno de los dos objetos cercanos impactara nuestro planeta, pero las observaciones proporcionarán una práctica valiosa para la defensa planetaria, así como información sobre sus tamaños, órbitas, rotación, detalles de la superficie y pistas sobre su composición y formación, informó el JPL.
El asteroide 2011 UL21 pasó cerca de la Tierra el 27 de junio a una distancia de 6,6 millones de kilómetros, o aproximadamente 17 veces la distancia entre la Luna y la Tierra, y fue descubierto en 2011 por el Catalina Sky Survey.
Pero esta es la primera vez que se ha acercado lo suficiente a la Tierra para ser fotografiado por radar. Aunque el objeto de casi 1,5 kilómetros de ancho está clasificado como potencialmente peligroso, los cálculos de sus futuras órbitas muestran que no representará una amenaza para nuestro planeta en el futuro previsible.
Utilizando el radar del sistema solar Goldstone de 70 metros de ancho del Deep Space Network (DSN), llamado Deep Space Station 14 (DSS-14), en California, los científicos del JPL transmitieron ondas de radio al asteroide y recibieron las señales reflejadas por la misma antena.
Además de determinar que el asteroide es aproximadamente esférico, descubrieron que es un sistema binario: un asteroide más pequeño, o luna pequeña, orbita alrededor de él desde una distancia de aproximadamente 3 kilómetros.
“Se cree que alrededor de dos tercios de los asteroides de este tamaño son sistemas binarios, y su descubrimiento es particularmente importante porque podemos usar mediciones de sus posiciones relativas para estimar sus órbitas mutuas, masas y densidades, que brindan información clave sobre cómo pueden haberse formado”, dijo Lance Benner, científico principal del JPL que ayudó a dirigir las observaciones.