Hoy: 13 de febrero de 2025
Las siete campanas de la Real Iglesia de los Santos Juanes de València han retornado el pasado miércoles a su campanario después de completarse las obras de restauración de estas piezas. Una de ellas, conocida popularmente como El Borrego de Sant Joan, ha sido El Evangelista, la campana litúrgica de mayor peso en la ciudad, con más de dos toneladas.
El miércoles por la tarde, los trabajadores ascendieron El Borrego, el último de los bronces, al campanario, donde se unió al resto de campanas de la céntrica iglesia valenciana. El Arzobispado de Valencia informó sobre esto en un comunicado, señalando que la iglesia ha estado bajo intervención general desde junio de 2021.
La restauración de los Santos Juanes, financiada por la Fundación Hortensia Herrero, implicaba la restauración del campanario, lo que requería la extracción de las campanas. La comunidad parroquial asumió la restauración de las campanas como un «proyecto propio».
Durante un año y ocho meses, los restauradores trabajaron en la restauración de las siete campanas en Ontinyent (Valencia). El Borrego fue restaurado por primera vez y ha estado en exhibición en el interior del templo desde el 1 de diciembre de 2023, permitiendo a los feligreses y otros interesados ver el resultado.
Los feligreses y las entidades asociadas a la parroquia financiaron la restauración, aunque todavía se requiere ayuda económica para cubrir el costo total.
En noviembre de 2022 se cumplieron 80 años desde que llegaron a los Santos Juanes seis nuevas campanas, que reemplazaron a las desaparecidas en abril de 1937. La única campana original que sobrevive es El Borrego, fundida en 1738.
De las siete campanas, cinco fueron restauradas; María y Pere ya habían sido restauradas en 2006. Se limpiaron los bronces, se agregaron nuevos contrapesos de madera y se reparó el reloj.
Los pesos de los bronces van desde Rafaelet con 56 kilos hasta El Evangelista con 2,098 kilos, con un aumento del 40% debido a los nuevos contrapesos.
Joanet se mantendrá como un bien parroquial sin uso, mientras que se han agregado dos nuevas campanas: Sant Vicent Ferrer, financiada por el altar vicentino del Mercat, y una réplica de la campana dedicada a Santa Rita, que ya está en funcionamiento.
El presidente de Campaneros de Sant Joan de la Boatella, Vicente Garbarda, describió la tarea de subir estas siete campanas como «difícil» y «laboriosa», dada su antigüedad y valor patrimonial. La subida se realizó lentamente con la ayuda de una grúa, al priorizar las campanas según su tamaño y peso.