La banda madrileña ofrece un emotivo concierto en el que asegura que es momento de tomarse un respiro tras años de intensa actividad musical
Entre destellos de luces rojas y azules, la banda madrileña Vetusta Morla irrumpió este sábado en el escenario de Nits Vora Mar en Valencia para despedirse temporalmente de sus seguidores valencianos, después de 25 años de carrera y la publicación de 13 discos.
El grupo de Tres Cantos ha compartido cartel con Tenda, la banda valenciana que ha hecho resonar el coso con canciones en valenciano y castellano, ya que, como ha indicado el cantante, Martín Tarrasó, “el bilingüismo aporta riqueza”.
Mientras anochecía, el grupo que nació en el Festivern ha cantado desde sus temas más antiguos hasta los que pertenecen a su nuevo trabajo que todavía “no han visto la luz en forma de disco”, pues lo acabaron de grabar este viernes. Así, entre la brisa marina han sonado temas como No va a doler, Contra la paret, Bien así y Ha cambiado.
Tras esta actuación, que ha durado una hora, ha sido el turno de la banda madrileña, que ha presentado por primera vez en la capital del Turia su nuevo disco Figurantes con el que ha comunicado que se “tomaban un descanso” hasta 2026.
Tributo a la nostalgia y la improvisación en la gira Cable a Tierra
Este trabajo es una selección de recortes y canciones compiladas durante su última gira, Cable a Tierra, en la que han rescatado ideas y esbozos “sin un plan claro ni un concepto a partir del que explorar”.
El concierto, que ha arrancado con unos minutos de retraso pasadas las 22.40 horas, ha comenzado con Puentes, aunque unos segundos después de las primeras notas, el micrófono ha sufrido un apagón. Ante esta situación, Pucho como se conoce popularmente al cantante, Juan Pedro Martín ha animado a corear la letra y el público no se lo ha pensado: “Tú lo sabías, me ayudaste a cruzar y me diste a beber de tu orilla”.
Tras recuperar el sonido, Pucho ha retomado la canción: “Los puentes que nos unen, no están hechos de madera, nunca arden, no colapsan, no los hundirán con piedras”, unos versos a los que ha añadido “no verán Palestina en ruinas”.
Y así, el sexteto ha abierto una noche de luna llena en la que han sonado “clásicos” como Fiesta Mayor, Golpe Maestro, La virgen de la humanidad, Finisterre, Un día en el mundo, Vieja escuela, Copenhague, Consejo de sabios, El hombre del salto, Consejo de Sabios, Punto sin retorno, Te lo digo a ti, Sálvese quien pueda, La cuadratura del círculo, Los días raros y Cuarteles de invierno.
Durante casi dos horas, el grupo formado por el cantante, Juan Pedro Martín, Pucho; el batería, David García, El Indio; el percusionista, Jorge González; el bajo, Alejandro Notario, y el guitarrista, Guillermo Galván, también han presentado las canciones de su último álbum. Entre ellas han destacado Figurantes, ¡Ay, Madrid!, Las sábanas de mis fantasmas, Catedrales, Cosas que Hacer un Domingo por la Tarde y La Derrota.
“Celebrar la música en vivo”
En un momento de la actuación, se han mostrado “muy agradecidos” por poder hacer una parada en esta ciudad para presentar su nuevo trabajo. “Quiero celebrar que estamos todas, todos y todes para celebrar la música en vivo”, ha reivindicado Pucho, al tiempo que ha ensalzado que muchas veces “se hipernormalizan las cosas y la gente se olvida de la reflexión de estar presentes y desear amor, amistad, pero, sobre todo, música”.
Tras este discurso, han continuado con una sucesión de temas hasta llegar a la Cuadratura del Círculo, una melodía que ha ido creciendo paulatinamente, acompañada por los gritos de Pucho y del público, y que ha acabado con un apoteósico final con los clamores de “Argentina no llores más por mí”.
Esta subida ha dado paso a una pausa que ha permitido que los artistas se recuperaran ante la intensidad del tema. En este parón, los asistentes se han preguntado: “¿Quedan unas cuantas todavía, no?”, como también han alabado la “increíble actuación” hasta el momento y han pedido canciones como Fuego o Al Respirar.
Los asistentes han coreado con las manos arriba
Minutos después, han vuelto a aparecer en escena, pero esta vez han traído consigo una guitarra clásica para apaciguar los ritmos. Así, han sonado notas sueltas sin que el público distinguiese cuál era la próxima melodía y, tras unos segundos, la tonadilla de Catedrales ha inundado La Marina. “Huye de aquí, hoy sé que no son de nadie, elige tus victorias y déjalas que sangren, déjalas ir, verás que no ha sido en balde”, han coreado los asistentes con las manos arriba.
En este punto, el grupo madrileño ha explicado que pararán para cuidarse, pero no sin haber pasado por la ciudad de València donde muchas veces han tocado. “Qué bonito sería volver a Viveros”, han recalcado. Asimismo, Pucho ha pedido un aplauso para toda la gente que trabaja para que se disfrute de la música, así como ha demandado un último aplauso para el propio público por “el impulso y el apoyo” que ha recibido el grupo en 25 años: “¡Hasta pronto València!”.
Los acordes de Cuarteles de Invierno han anunciado que el concierto llegaba a su final y con Los días raros, que Pucho ha cantado totalmente sentado, pausado y acompañado en todo momento por el público, el grupo se ha despedido de una audiencia que espera “muchos más regalos por abrir” y “monedas que girar”.