Nicolás Mollinedo, el famoso Nico, chófer del mandatario azteca, recibió supuestamente el dinero para su jefe
¿Llegaron millones de dólares del narco a la campaña presidencial del presidente Andrés Manuel López Obrador?, se pregunta el periodista mexicano Carlos Loret de Mola en su espacio Latinus.
El comunicador afirma que la Agencia de Noticias Independientes de los Estados Unidos ha difundido un reportaje que revela que, antes de que el presidente de México llegase a la presidencia en 2018, agentes antidrogas descubrieron evidencias sustanciales de que grandes capos de la cocaína habían enviado dos millones de dólares para la primera campaña presidencial de AMLO en 2006.
El reportaje está firmado por el periodista Tim Golden, ganador en dos ocasiones del Premio Pulitzer, quien señala: “De acuerdo con más de una docena de entrevistas a funcionarios mexicanos y estadounidenses y documentos gubernamentales revisados por el periódico ProPublica, el dinero fue entregado a dos integrantes de la campaña electoral de López Obrador en 2006. Y ello a cambio de la promesa de que, si AMLO ganaba, se facilitarían las operaciones criminales de los carteles”.
Loret indica que el reportaje se hace eco de que el principal receptor del dinero fue Nicolás Mollinedo, el famoso Nico, chófer del mandatario azteca. Y quien en ese momento tenía un sueldo de subsecretario. En resumen, que era el brazo derecho del jefe norteamericano.
Cuando López Obrador llega a la presidencia en 2018, Mollinedo perdió relevancia entre el listado de hombres importantes del presidente. En su sustitución, entró su primo, Rafael Marín Mollinedo, que estuvo al frente de la Dirección General de Aduanas.
Asimismo, también se convirtió en el jefe mayoritario del tren transístmico, una de las mayores inversiones del Gobierno. El Ejecutivo Federal construyó la estación de Tulum del tren Maya al lado de un parque turístico rodeado de terrenos de la familia Mollinedo.
Loret asegura que no es la primera vez que se vincula a López Obrador con financiacion del narco. Ya que durante el juicio contra Genaro García Luna en Nueva York salió a relucir este tema en la declaración de un testigo protegido.
| Latinus
A continuación, más detallado, los pasajes sobre este escándalo divulgados por el periódico ProPublica:
“Documentos gubernamentales revisados por ProPublica y más de una docena de entrevistas con funcionarios estadounidenses y mexicanos sugieren que aproximadamente 2 millones de dólares fueron canalizados hacia sus asesores de campaña a cambio de la promesa de facilitar las operaciones criminales de los traficantes bajo una eventual administración de López Obrador.
La investigación no concluyó si el actual presidente mexicano estaba al tanto o aprobaba estas donaciones, pero se encontró evidencia que implica a uno de sus colaboradores cercanos en la aceptación del acuerdo propuesto.
Funcionarios de Estados Unidos, escépticos sobre el compromiso de López Obrador en la lucha contra el narcotráfico, expresaron su preocupación ante la posible colusión entre representantes del ahora presidente y criminales notorios.
Raymond Donovan, exjefe de operaciones de la DEA, subrayó la importancia de abordar la corrupción en todos los niveles para enfrentar eficazmente el narcotráfico en México. La investigación, basada en la cooperación de un ex agente de campaña y un informante clave sobre drogas, apuntó a la participación de Nicolás Mollinedo Bastar, un colaborador cercano de López Obrador, en el supuesto plan de financiamiento.
A pesar de la evidencia recopilada, algunos funcionarios estadounidenses sintieron que no era suficiente para justificar una operación encubierta extensa en México. En 2011, se propuso una operación encubierta ofreciendo 5 millones de dólares en supuesto dinero del narcotráfico a agentes vinculados a la segunda campaña presidencial de López Obrador, pero el Departamento de Justicia cerró la investigación, temiendo que incluso un éxito podría ser interpretado como una intromisión inaceptable en la política mexicana.
Desde su asunción en 2018, López Obrador ha liderado una estrategia centrada en programas sociales, alejándose de confrontaciones directas con los narcotraficantes. Sin embargo, la violencia ha aumentado y las organizaciones criminales han extendido su influencia en gran parte del territorio mexicano.
La administración de Biden evita criticar las políticas de seguridad de López Obrador, manteniendo la cooperación en temas migratorios como prioridad. A pesar de las recientes medidas para renovar la cooperación antidrogas, el gobierno mexicano ha ignorado las solicitudes estadounidenses de captura y extradición de los principales traficantes.
La explosión del fentanilo, producido o contrabandeado a través de México, contribuye al aumento de las muertes por sobredosis en Estados Unidos. Aunque la cooperación en seguridad sigue siendo esencial para la administración Biden, la relación entre ambos países se mantiene en un delicado equilibrio.
El presidente mexicano no ha respondido a las numerosas solicitudes de comentarios sobre estas revelaciones. Y mientras tanto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos se abstiene de hacer comentarios detallados sobre esta investigación, aunque reafirma su compromiso de trabajar con México para combatir a los cárteles de drogas que afectan ambos países”.