Benthaus, una ingeniera alemana parapléjica, cumplió este martes uno de sus mayores sueños al viajar al espacio a bordo de un cohete de Blue Origin. La misión NS-37 le permitió dejar atrás su silla de ruedas y experimentar la ingravidez mientras observaba la Tierra desde el espacio.
Según recoge Vanguardia (MX), la ingeniera, de 33 años, resultó gravemente herida hace siete años en un accidente de bicicleta de montaña. A pesar de ello, logró hacer realidad este hito gracias a la compañía aeroespacial fundada por Jeff Bezos. En el vuelo estuvo acompañada por Hans Koenigsmann, un ejecutivo retirado de SpaceX, también de origen alemán, que ayudó a organizar la misión y a auspiciar el viaje junto a Blue Origin. No se ha hecho público el coste de los billetes.
«Fue la experiencia más genial», expresó Benthaus poco después de aterrizar.
El vuelo espacial, realizado a bordo de la cápsula New Shepard, tuvo una duración aproximada de 10 minutos. Para hacerlo posible, Blue Origin realizó algunos ajustes específicos con el fin de acomodar a la ingeniera. Según detalló la compañía, la cápsula fue diseñada teniendo en cuenta la accesibilidad, «haciéndola más accesible para un rango más amplio de personas que los vuelos espaciales tradicionales», explicó Jake Mills, ingeniero de Blue Origin que entrenó a la tripulación y los asistió el día del lanzamiento.

Con el objetivo de que Benthaus pudiera desplazarse entre la escotilla de la cápsula y su asiento, la empresa incorporó una tabla de transferencia para pacientes. Además, el equipo de recuperación dispuso una alfombra sobre el suelo del desierto de Texas tras el aterrizaje, lo que permitió que la ingeniera tuviera acceso inmediato a su silla de ruedas, que había dejado atrás en el momento del despegue.
Benthaus forma parte del programa de formación de graduados de la Agencia Espacial Europea en Holanda. Antes del vuelo, explicó a The Associated Press que nunca había considerado realmente la posibilidad de viajar al espacio. Señaló:
«Nunca pensé realmente que ir en un vuelo espacial sería una opción real para mí porque incluso siendo una persona súper saludable, es tan competitivo, ¿verdad?»
Asimismo, la ingeniera subrayó además la falta de referentes en este ámbito. «No hay historia de personas con discapacidades volando al espacio», añadió, antes de insistir en la importancia de no abandonar las aspiraciones personales:
«Uno nunca debe renunciar a sus sueños, ¿verdad?. Realmente espero que se esté abriendo para personas como yo, como espero ser solo el comienzo»