Investigadores de la Universidad de Santa Bárbara desentrañan el misterio de una rara inmunodeficiencia humana
Al seguir un rastro de pruebas desde la mosca de la fruta hasta el ratón y el ser humano, científicos de la Universidad de Santa Bárbara resuelven un caso pendiente de casi 25 años, al vincular las células caníbales a una rara inmunodeficiencia humana y ofrecer prometedoras aplicaciones en tratamientos contra el cáncer.
El protagonista de esta reveladora historia es el gen Rac2 y la proteína que codifica. Identificado como uno de los tres genes Rac en humanos, Rac2 desempeña un papel crucial en la construcción del citoesqueleto, al fundamentar la forma y movimiento celular. Este hallazgo, desde la biología celular de la mosca de la fruta hasta la terapia contra el cáncer, marca un hito en la comprensión de procesos celulares esenciales.
Canibalismo celular como clave de una rara afección inmunológica
El estudio revela que el canibalismo celular, o consumo de células, desencadena la destrucción de tejidos, y destaca su importancia en el desarrollo de la mosca de la fruta. Este fenómeno, observado en una forma hiperactiva de la proteína Rac, arroja luz sobre una misteriosa afección inmunológica en humanos, donde la pérdida de células T está vinculada a la actividad caníbal de células sanguíneas.
La conexión entre la investigación en moscas de la fruta y pacientes humanos revela una posible explicación para la pérdida de células T en inmunodeficiencias. Además, el equipo de investigadores explora aplicaciones prácticas, por lo que, propone una técnica denominada RaceCAR-M para potenciar tratamientos contra el cáncer, especialmente aquellos que no responden eficazmente a las terapias actuales como CAR-T y CAR-M.
Lucha contra el cáncer
Con la patente provisional de RaceCAR-M en proceso, los científicos invitan a empresas biotecnológicas a colaborar en su desarrollo. Por otro lado, este enfoque multifacético plantea preguntas tanto en la ciencia básica como en la práctica, para explorar la eficacia en células inmunitarias humanas y modelos animales de cáncer. El laboratorio busca entender cómo Rac2 impulsa estos procesos a nivel molecular, y promete avanzar en la lucha contra diversos tipos de cáncer.