Un ambicioso plan de defensa nacional ha sido revelado por el presidente estadounidense Donald Trump: la construcción de una Cúpula Dorada destinada a proteger al país de ataques con misiles de largo alcance. Inspirado en los sistemas antimisiles de Israel, el proyecto contempla la utilización de tecnología espacial y armas de energía dirigida, y promete estar plenamente operativo para el final de su mandato, en 2029.
Durante una presentación en la Casa Blanca, Trump afirmó que por primera vez Estados Unidos desplegaría armamento defensivo en el espacio, con un presupuesto estimado en 175 mil millones de dólares. Aunque la iniciativa representa un salto tecnológico y estratégico significativo, algunas fuentes dentro del propio gobierno reconocen que el desarrollo completo del sistema podría llevar más tiempo del previsto.
La propuesta se basa en un modelo ya probado: el sistema de defensa multicapa de Israel, comúnmente conocido como la «Cúpula de Hierro». Este conjunto de tecnologías ha sido clave para interceptar cohetes y misiles provenientes de Irán o de grupos como Hamas y Hezbollah, protegiendo tanto a civiles como a infraestructuras críticas, detalla Clarín.
Entre los elementos que conforman ese sistema están La Flecha, diseñada para interceptar misiles balísticos fuera de la atmósfera; la Honda de David, para neutralizar amenazas de mediano alcance como las de Hezbollah; y la misma Cúpula de Hierro, que ha demostrado una eficacia superior al 90% frente a cohetes de corto alcance.
Uno de los desarrollos más prometedores de Israel es el Rayo de Hierro, un sistema basado en láser que, aunque aún no está operativo, se estima que permitirá intercepciones a costos drásticamente reducidos: apenas unos pocos dólares por disparo, frente a los miles o millones que cuestan los misiles interceptores actuales.
Mientras tanto, expertos en defensa señalan que, aunque la idea de una Cúpula Dorada suena futurista y ambiciosa, los desafíos técnicos, logísticos y presupuestarios podrían dificultar su ejecución en el plazo propuesto. Aun así, el anuncio representa un cambio profundo en la visión defensiva de Estados Unidos, que parece decidido a extender su escudo protector más allá de la atmósfera.