A las agujas del reloj les cuesta detenerse en las horas felices. A ratos, conseguimos una anchura de gozos en el alma pero, como no estamos acostumbrados, desconfiamos de que no sean otra cosa que espejismos. La felicidad, aseguraba don Antonio Machado con su bondad acostumbrada,
"El momento más importante de mi vida yo no lo he vivido", dijo el poeta Antonio Machado, que cerró los ojos el 22 de febrero de 1939 en Colliure (Francia)
Quien así habla hoy desde mi pluma es don Antonio Machado, que quiere enseñarnos humildad en medio de tanta altanería. Porque todo lo que es el hombre, bueno y malo, se debe a la justa valoración de sus medidas.
La niña había dejado escrito en su cuadernillo blanco de ir a la escuela: -Dejad las flores como están. Todavía quedan por nacer las margaritas… Y se fue con la abuela Rosa en busca del tren que las había de llevar a