Agentes de la Policía Nacional han detenido a siete hombres acusados de secuestrar a otro el pasado mes de agosto en la localidad madrileña de Parla, con el objetivo de saldar una deuda. Así lo ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un comunicado recogido por Europa Press.
La víctima, que mantenía una relación de amistad con uno de los autores, accedió a subirse a un vehículo junto a él y otros dos hombres. Poco después, fue retenido e intimidado con un cuchillo de grandes dimensiones. Permaneció secuestrado más de dos horas, durante las cuales los captores consiguieron sustraerle cerca de 13.000 euros.
Los hechos ocurrieron el 19 de agosto, cuando el denunciante se reunió con un conocido en una calle de Madrid para tratar un asunto relacionado con la compra-venta de vehículos. Al llegar, su amigo estaba acompañado por dos personas más. Los cuatro se subieron a un coche y comenzaron a circular.
En un momento dado, la víctima se dio cuenta de que el trayecto no era el previsto. Al preguntar, su conocido le dijo que mantenía una deuda con él por una comisión no pagada y que debía entregarle 30.000 euros esa misma mañana.
A partir de ahí, comenzaron las amenazas de muerte. Los tres hombres le colocaron un cuchillo en el costado y lo obligaron a entregar su teléfono móvil. También le exigieron las claves de su banca online y sus tarjetas de crédito. Con ellas realizaron transferencias y extracciones de efectivo, logrando apropiarse de casi 13.000 euros.
Una vez obtenido el dinero, los secuestradores liberaron a la víctima en un callejón de Parla, no sin antes volver a amenazarle con un arma de fuego que guardaban en la guantera del coche para impedir que denunciara los hechos.
La investigación reveló que los delincuentes utilizaban “mulas financieras” para mover el dinero. Depositaban los fondos en distintas cuentas y los transferían o retiraban en cajeros automáticos para dificultar el rastreo policial. Estas terceras personas se encargaban después de entregar el dinero a los autores del secuestro.
En apenas un mes, y tras una compleja labor de investigación, los agentes lograron identificar a todos los implicados. Se desplegó un dispositivo de vigilancia y seguimiento que permitió detenerlos entre los días 15 y 17 de septiembre. Los siete arrestados pasaron a disposición de la autoridad judicial, acusados de secuestro y robo con violencia e intimidación.