El humo de las cachimbas es peligroso porque contiene niveles elevados de monóxido de carbono, metales pesados y sustancias cancerígenas
El presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS), Manuel García de la Vega Sosa, ha alertado de que una sesión de cachimbas equivale a inhalar 200 veces el humo de un cigarrillo, su uso es tan nocivo como fumar cigarrillos, y por tanto, «representan un riesgo para la salud tanto de fumadores activos como pasivos».
En estos términos se ha referido en el webinar ‘Desvelando Estrategias Innovadoras. Enfrentando el Tabaquismo desde la Medicina Preventiva y la Salud Pública’, en el que han intervenido junto a Francisco Salvador Pascual Pastor, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), y Vidal Barchilón Cohen, vicepresidente del CNPT y médico de Familia.
Sustancias peligrosas de las cachimbas
El humo de las cachimbas es peligroso porque contiene niveles elevados de monóxido de carbono (CO), metales pesados y sustancias cancerígenas, aumentando significativamente el riesgo de desarrollar cáncer o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En este sentido, también ha subrayado el riesgo añadido de contraer infecciones al compartir boquillas.
Al abordar el tema de los vapeadores, García de la Vega Sosa ha señalado que, aunque la mayoría contiene nicotina, incluso aquellos sin nicotina contienen sustancias dañinas para los pulmones, como propilenglicol y glicerina. «El problema radica en su atractivo para los jóvenes, con una variedad de sabores que los hacen irresistibles. Su uso continúa expandiéndose peligrosamente», ha advertido.
Para García de la Vega Sosa es urgente prevenir el inicio del consumo de tabaco, especialmente entre los menores de entre 11 y 17 años, edad en la que suele comenzar este hábito perjudicial para la salud; y este sería uno de los retos que debe afrontar España.
Francisco Salvador Pascual ha insistido en que «no podemos quedarnos atrás en la lucha contra el tabaquismo, ya que el éxito depende en gran parte de las medidas legislativas aplicables. Sería importante que todas las medidas fuesen consensuadas con los distintos grupos parlamentarios, con los partidos políticos y con la sociedad en general».
«Los retos y los objetivos solamente se consiguen si vamos todos juntos y ese es el principal empeño del Comité Nacional de Prevención de Tabaquismo. Este año tenemos el firme compromiso de participar ofreciendo nuestro esfuerzo para cumplir con el lema del próximo Día Mundial Sin Tabaco: Proteger a la infancia del daño de la industria del tabaco», ha añadido.
El tabaco mata a más de 50.000 personas al año
Por su parte, Vidal Barchilón Cohen, vicepresidente de la CNPT, ha abordado el impacto del tabaquismo en la morbimortalidad de la población, la importancia y efectividad de la intervención en tabaquismo y el peso específico de la intervención desde Atención Primaria y otros niveles asistenciales.
En su opinión, en ese abordaje uno de los principales problemas es el escaso riesgo percibido por los adolescentes sobre el uso de cachimbas y cigarrillos electrónicos. «Es clave aumentar esa percepción del riego a través de la difusión adecuada de lo que supone para la salud el uso de estos dispositivos, que son una puerta de entrada al mundo del tabaco», ha señalado.
El tratamiento del tabaquismo resulta cuatro veces más costo-efectivo que el de la hipertensión arterial, y 13 veces más costo-efectivo que el de la hipercolesterolemia. La intervención en tabaquismo es la actividad más costo efectiva en Salud Pública.
A pesar de las evidencias, «la intervención en tabaquismo es muy deficitaria en todos los niveles asistenciales, incluso en la Atención Primaria», ha señalado Barchilón Cohen, pese a que los profesionales de Atención Primaria llegan a una proporción de la población fumadora sólo superada por los medios de comunicación de masas.