España se enfrenta a Francia con menos presión tras conseguir el pase a los Juegos Olímpicos el pasado viernes ante Países Bajos
La selección española femenina de fútbol afrontará este miércoles su segunda final en poco más de medio año. Se enfrentará a Francia, un rival al que nunca ha ganado y frente al que quiere conquistar la primera edición de la Liga de Naciones.
La campeona del mundo está dispuesta a engordar un palmarés que alumbró el pasado 20 de agosto con su primera estrella. Poco más de seis meses después de aquella histórica fecha, el pasado viernes, añadió algo que casi se puede considerar como otro gran logro sin tener forma de trofeo como la clasificación para sus primeros Juegos Olímpicos, y ahora intentará añadir un nuevo éxito en esta nueva competición que confirme que es, seguramente, el ‘equipo de moda’.
La selección española se plantará en esta final de la Liga de Naciones con menos presión sobre sus espaldas tras solventar la ‘final’ que era su semifinal ante los Países Bajos, cuyo ganador sacaba el pasaporte a París. Lo hizo con solvencia, ganando por un claro 3-0 en el mismo escenario en el que este miércoles tratará de borrar a Francia, a la que no se mide desde 2019 y en partido oficial desde 2013, de su ‘lista negra’.
Francia jugará su primera final
El combinado que entrena Montse Tomé no quiere dejar pasar su momento. A gran nivel desde el pasado verano, con excepciones como en las derrotas ante Japón en el Mundial (4-0) o ante Italia (2-3) en esta Liga de Naciones, la actual número uno del ranking quiere devorar a un rival que tampoco sabe lo que es ganar un gran título aún pese a su pujanza, y a la del fútbol francés, de los últimos años.
De hecho, el equipo que dirige Hervé Renard afronta su primera final y lo hace también con el deseo de reafirmar el proyecto con el que lleva trabajando hace años y que, como le pasó al español, tuvo un momento de turbulencia a cinco meses del Mundial con la renuncia de internacionales de peso como Wendie Renard, Marie-Antoinette Katoto y Kadidiatou Diani por la gestión de Corinne Diacre.
Un rival complicado
La selección campeona del mundo se topará seguramente con más dificultades que ante los Países Bajos, donde sólo la falta de puntería le privó de haber finiquitado el choque mucho antes. Francia es un equipo defensivamente mucho mejor, aunque estará mermado por la baja de un puntal atrás como la capitana Wendie Renard, y con mucho más poderío físico que las neerlandesas y peligroso en transiciones, por lo que supondrá un reto totalmente diferente.
Situación de las lesionadas
Montse Tomé ya advirtió que había analizado mucho al combinado de Andries Jonker, que jugó con carrileras y defensa de tres, muy diferente a una Francia que opta por un 4-4-2 mucho más clásico, lo que podría motivar alguna modificación en el once la asturiana que parece que podrá contar en esta ocasión tanto con Alexia Putellas como con Tere Abelleira, que fueron las descartadas en la semifinal.
La doble Balón de Oro ya entrena con la selección desde el día previo a Países Bajos, mientras que la gallega se incorporó el domingo. Pese a todo, su falta de ritmo parece que las apartará de inicio, por lo que Laia Aleixandri sería de nuevo la mediocentro en un once donde no se atisban más cambios más allá de la duda en el flanco derecho ofensivo y si entra una jugadora de un perfil diferente al de Athenea del Castillo como Alba Redondo en un lado por donde aparece la amenaza de la lateral Karchaoui.