Sánchez pacta la investidura con ERC y perdona una deuda a la Generalitat de 15.000 millones

El ministro Bolaños dice que el acuerdo de condonación se extenderá gradualmente al resto de las Comunidades Autónomas

Félix Bolaños, ministro de Presidencia en funciones, y Salvador Illa, primer secretario del PSC, han anunciado un acuerdo con ERC que aporta siete votos más a la investidura de Pedro Sánchez y que, a la vez, supone que el Gobierno perdone a los catalanes una deuda que tenían contraída con el Estado de 15.000 millones.

Solo falta, pues, cerrar el acuerdo con Carles Puigdemont para confirmar la permanencia del líder socialista Pedro Sánchez en La Moncloa y el inicio de una nueva legislatura.

Aún así, todo está pendiente del compromiso del PSOE con Junts, algo que los socialistas aún no han logrado pese a que les están dando todo lo que pide el profugo Puigdemont.

Este último se reunió durante toda la mañana con la cúpula de su partido para analizar la oferta socialista, pero concluyó la reunión por la tarde sin anunciar el pacto.

Bolaños sí firmó el acuerdo con Oriol Junqueras, líder de ERC y condenado por la intentona golpista de 2017, aunque luego fue indultado por Sánchez, que fundamenta “en la convivencia” todas sus versiones a los independentistas.

El pacto entre socialistas y republicanos catalanes quedó prácticamente cerrado el martes pasado tras una conversación telefónica entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Solo faltaba que los socialistas aceptaran las últimas condiciones: el traspaso, con financiación incluida, de Rodalíes y la mejora de la financiación catalana mediante la condonación de parte de su deuda, es decir, los 15.000 millones citados.Según Bolaños, este último acuerdo se extenderá al resto de las CCAA.

Illa afirmó que estamos “más cerca de una investidura” que contrarresta a la derecha y la ultraderecha, como votó la mayoría de los españoles, lo que no dijo es a costa de qué. “No podemos dar opciones a la derecha ni a la ultraderecha”, recalcó. Illa destacó que el clima de confrontación fue fruto de la gestión de la derecha que “frustró las aspiraciones de los catalanes”.

Como socialista y catalán, Illa afirmó que esta nueva etapa dejará atrás la ruptura política que se convirtió en ruptura social. La sociedad catalana pasa página, y deja atrás años de resentimiento, ausencia de diálogo y desencuentros.

Bolaños explicó que el acuerdo facilita la investidura y la legislatura con un Gobierno progresista (el eufemismo que emplea Sánchez para no decir que sus socios van a ser la ultraizquierda, los secesionistas y los filoetarras) y que este responde al mandato de las urnas.

Insistió en que los acuerdos mejoran la convivencia, pasan página y mejoran los servicios públicos. Además, el pacto contempla la aprobación de una ley de amnistía que devolverá a la política lo que nunca debió salir de ella. Sin embargo, el contenido de esta ley aún se negocia con otras fuerzas, y no se hará público hasta que concluyan estas conversaciones. Esto hace referencia a los contactos con Junts, que siguen abiertos.

Alcance de la Amnistía

En una comparecencia paralela, Oriol Junqueras explicó que la amnistía incluida en el acuerdo será completa, borrando los delitos de todos los condenados y encausados ​​por el procés. Destacó que Cataluña gana en el ámbito económico y social con este pacto, aunque advirtió que el apoyo de los republicanos independentistas a un Gobierno de Sánchez solo se mantendrá si prospera el diálogo bilateral y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados.

Junqueras también precisó que el Estado condonará los 15.000 millones aportados por el Fondo de Líquidez Autonómica a Cataluña, lo que permitirá un ahorro en intereses del crédito de 2.300 millones de euros y aliviará en parte el déficit fiscal de la comunidad autónoma.

Además, hay medidas para garantizar la mejora de la financiación de servicios públicos en Cataluña, como seguridad, justicia e investigación. En su opinión, la mesa de negociación “entre Gobiernos” que se reimpulsa debería tener como labor principal auspiciar las condiciones necesarias para que la ciudadanía de Cataluña pueda votar en un referéndum, sin excluir la creación de una segunda mesa de diálogo entre partidos.