El Día de San Valentín, tradicionalmente asociado al amor romántico, suele generar presión tanto en quienes tienen pareja como en quienes no, según detalla Diario de Yucatán.
La psicóloga Giovanna Carolina Mézquita Hoyos advierte que las expectativas culturales de esta fecha pueden eclipsar lo que realmente importa: vivir el amor de manera consciente y auténtica.
Para quienes están en una relación, este día puede convertirse en una obligación de demostrar el “nivel” de la pareja mediante gestos grandiosos como regalos y cenas costosas.
Por otro lado, aquellos que no tienen pareja enfrentan el mensaje implícito de que su vida está incompleta, lo que puede generar sentimientos de soledad o insatisfacción.
Mézquita Hoyos subraya que el amor no se limita a una fecha ni a la búsqueda de aprobación externa. Celebrar el amor propio, la amistad, la familia y las pasiones es esencial.
Practicar la gratitud, el mindfulness y aceptar la imperfección de la vida permite experimentar un amor más real y satisfactorio.
“San Valentín es una oportunidad para reflexionar sobre el amor, no como un ideal impuesto, sino como una experiencia diaria que cultivamos en nosotros mismos y en nuestras relaciones”, concluye la experta.