Empresas de inteligencia artificial ofrecen servicios que pueden producir rápidamente textos, imágenes y vídeos que parecen obra de profesionales cualificados
Empresas como Amazon, en los últimos años, han invertido en la incorporación de robots a sus plantillas. En el muelle de salida de un almacén de esta empresa, cerca de la localidad estadounidense de Nashville, un brazo robótico llamado Cardinal se dedica a apilar paquetes, al estilo Tetris, en carritos de dos metros de alto. Posteriormente, Proteus, una plataforma autónoma, trasladaba los carritos al muelle de carga, mostrando ojos electrónicos diseñados para hacer que el robot fuera más atractivo para sus colegas humanos.
En paralelo al avance tecnológico en este sector, los robots realizan un número cada vez mayor de tareas en almacenes y centros de entrega, con distintos grados de aptitud y velocidad. Estas máquinas pueden cargar y descargar camiones, colocar mercancías en palés y sacarlas de ellos, mover artículos en el inventario, recoger paquetes y trasladar mercancías en los pisos de los almacenes, y pueden hacer todo esto sin un cuidador humano que guíe cada uno de sus movimientos.
Pero no todo es tan fácil, a pesar de estos avances, todavía hay muchas tareas para las estas máquinas que no están capacitadas. Hay muchas tareas esenciales y sencillas en las que los humanos son mucho mejores. Los ingenieros en robótica no se aventuran a decir cuándo estos robots podrán reemplazar de forma viable a los trabajadores humanos.
En la actualidad, como publican varios medios de todo el mundo, los almacenes siguen siendo grandes empleadores de personas. Las empresas de inteligencia artificial pueden ofrecer servicios impresionantes con textos, imágenes y vídeos que pueden parecer obra de profesionales cualificados. Pero en los almacenes repletos de mercancías de la economía moderna, los avances en automatización han sido más lentos.
Nuevos puestos de trabajo
La alta rotación de empleados de almacén es una de las principales motivaciones para automatizar en las que se basan las empresas. Los trabajos duros suelen ser más exigentes y con peores salarios. Los trabajadores menos cualificados de un almacén ganan entre 16 y 17 dólares por hora. El trabajo de coger cajas y trasladarlas a sistemas de cintas transportadoras ahora se puede realizar con un brazo robótico llamado Stretch, desarrollado por Boston Dynamics, una empresa de automatización.
Amazon afirma que la implementación de robots, lejos de destruir empleo, lo crea. Son nuevos puestos que implican la supervisión y el mantenimiento de las máquinas, pero la cantidad de esos trabajadores no parece ser grande. En una reciente visita a las instalaciones de la empresa en Nashville, un gerente dijo que había alrededor de 100 puestos de trabajo de ese tipo, de las 2.500 personas que trabajan en el centro. Un portavoz de Amazon dijo que esas instalaciones normalmente tenían 200 empleados de mantenimiento de robots.
Amazon tiene más de 750.000 robots repartidos por todos sus almacenes. La empresa no revela una cifra específica de empleados de almacén, pero lo que sí asegura es que los robots parecen estar ayudándoles a procesar más paquetes con menos empleados.
Las IA ayuda a progresar
El entorno estructurado y predecible de un almacén facilita el funcionamiento de los robots, señalan los expertos. El diseño de un robot que pueda orientarse por sí solo en un almacén a velocidades relativamente lentas es más fácil que construir coches autónomos que tengan que transitar por calles de una ciudad en constante cambio.
En el centro de entrega de DHL en Columbus, los robots que transportan contenedores, llamados Locus, no tuvieron problemas para acercarse a los recolectores humanos, quienes entregaron las prendas a las máquinas, que las transportaron a la estación de empaquetado. En este sentido, los ingenieros en robótica dicen que las tecnologías de IA les han ayudado a progresar.