Hoy: 25 de noviembre de 2024
Cada vez más dispositivos se conectan a Internet en los hogares: ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, electrodomésticos como frigoríficos, lavadoras, bombillas, termostatos, entre otros. Estos equipos requieren una conexión estable y veloz, algo que el ‘router’ a menudo no logra proporcionar por sí solo, pero que puede obtenerse mediante la tecnología conocida como WiFi Mesh o de malla.
Los hogares suelen conectar sus ordenadores, teléfonos móviles y electrodomésticos a través de un ‘router’, un dispositivo que gestiona el tráfico de Internet y facilita la comunicación entre los diferentes equipos conectados a una red.
Sin embargo, este dispositivo presenta limitaciones en la conexión inalámbrica, especialmente en la cobertura y la velocidad. Esto se debe a que el ‘router’ suele ubicarse en un sitio discreto, como un rincón o detrás de algún elemento decorativo.
Para mejorar el alcance, es aconsejable ubicar el ‘router’ en un lugar más céntrico y elevado, con menos obstáculos a su alrededor que obstruyan la señal. Otra opción es utilizar repetidores WiFi, que amplían el área de cobertura, o, en hogares más grandes, adaptadores Powerline que aprovechan el circuito eléctrico para expandir la red de datos.
Para lograr una conexión a Internet estable en el hogar, es posible recurrir al WiFi Mesh o de malla, una red doméstica modular de última generación que conecta varios puntos de acceso en una red compacta. Esta tecnología permite una excelente cobertura y una transmisión de datos eficiente, según explican desde Devolo.
El WiFi Mesh posibilita una conexión fluida al conectar múltiples puntos de acceso. Esto garantiza que los dispositivos finales, como computadoras, tabletas o teléfonos, estén siempre conectados al punto con la mejor cobertura. Esta función es beneficiosa, por ejemplo, si se desplaza por el hogar mientras realiza una llamada.
Para optimizar el rendimiento del WiFi, este tipo de red cambia automáticamente entre las bandas de frecuencia de 2,4 GHz y 5 GHz, seleccionando la más adecuada para las conexiones de datos. Además, asegura una velocidad óptima al priorizar los dispositivos más rápidos, evitando que los más lentos o aplicaciones menos críticas ralenticen la transmisión de datos.
La configuración de una red WiFi Mesh es sencilla. Utiliza el ‘router’ y unos adaptadores que, al conectarse, sincronizan los puntos de acceso, todos compatibles con el mismo nombre y contraseña de WiFi.
Existen soluciones que permiten una red de malla completamente inalámbrica. También se puede optar por una estructura Powerline, como Devolo Magic, que utiliza la red eléctrica para garantizar una conexión estable, sin interferencias por obstáculos como techos, paredes o sistemas de calefacción por suelo radiante.
Además, al ser un sistema modular, los usuarios pueden añadir más adaptadores para aumentar la cobertura según sus necesidades. Con una configuración basada en Powerline, solo se requiere un enchufe libre para extender la calidad de la conexión al resto del hogar.