Pedro Sánchez ha despejado dudas. El presidente del Gobierno ha confirmado que volverá a presentarse como candidato en las elecciones generales previstas para 2027. Lo ha dicho sin rodeos en una entrevista concedida a Bloomberg, durante la semana de alto nivel de Naciones Unidas en Nueva York.
“Sí, sin duda lo haré”, afirmó cuando fue preguntado sobre su futuro político. Según explicó, ya ha compartido la decisión tanto con su familia como con la dirección del PSOE. “Y si me lo permiten, estoy seguro de que podemos repetir la mayoría y seguir adelante con el trabajo”, añadió con optimismo.
El anuncio llega en un contexto internacional, lejos de la rutina política madrileña. Sánchez quiso remarcar que su compromiso no depende de encuestas ni de escenarios que otros dibujen. El mensaje fue directo: está convencido de que puede lograr un nuevo mandato y continuar con la agenda que, asegura, ha permitido avances en derechos sociales, digitalización y transición ecológica, según ha publicado Europa Press.
El jefe del Ejecutivo también se refirió al clima político en España. Las últimas encuestas sitúan al Partido Popular por delante y pronostican que la suma de PP y Vox podría alcanzar la mayoría absoluta. Pero Sánchez no se mostró preocupado. “Las encuestas son las encuestas”, repitió, restando valor a los sondeos y defendiendo que lo que importa son las urnas.
El líder socialista acusó además a los partidos de centroderecha de adoptar discursos propios de la extrema derecha. Señaló como ejemplo la forma de vincular migración e inseguridad, algo que considera dañino y poco realista. Con este comentario, Sánchez buscó marcar distancia frente a un bloque que, a su juicio, está perdiendo su identidad para seguir los pasos de Vox.
El anuncio de su candidatura en 2027 abre un horizonte de continuidad dentro del PSOE. Envía también un mensaje a sus socios y adversarios: no habrá retirada antes de tiempo. Para el presidente, el objetivo es agotar la legislatura y después renovar la confianza ciudadana por otros cuatro años.
El camino, sin embargo, no será sencillo. La polarización política, el desgaste de gobernar y los retos económicos marcarán los próximos meses. Pero Sánchez quiere dejar claro que no piensa dar un paso atrás. Con su declaración desde Nueva York, el presidente arranca de forma anticipada una carrera que todavía queda lejos en el calendario, pero que ya comienza a definirse.