Vivimos una sociedad convulsa, ahíta de bochornos, ajena a las verdades, desprovista de valores, manipuladora de insignificancias y maestra de buscarle cinco pies al gato hasta que por fin se los encuentran o simulan en su andar una retranca…
La imagen ha generado debate sobre los estándares de belleza y la presión mediática a la que están expuestas las figuras públicas, especialmente aquellas pertenecientes a la realeza…