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Notre Dame se prepara para reabrir con una misa histórica el 8 de diciembre, sin la presencia del Papa Francisco

Vista general de la catedral de Notre Dame, en París. | Fuente: Rawpixels

La catedral se enfrenta a un proceso de restauración para crear un entorno verde y pacífico, adaptado a los desafíos climáticos del siglo XXI

La catedral de Notre Dame en París, devastada por un incendio en abril de 2019, celebrará su primera misa el 8 de diciembre de 2024. Este evento marca un momento simbólico de renacimiento, aunque el Papa Francisco no asistirá, debido a su descontento con la definición de la catedral como un “monumento histórico” en lugar de un espacio sagrado de mil años.

Las festividades de la reapertura comenzarán el 7 de diciembre con una inauguración especial, que incluirá un velatorio del órgano, oraciones, un Te Deum y la bendición del altar. Estas celebraciones se extenderán hasta el 15 de diciembre, con ceremonias litúrgicas diarias dedicadas a diferentes temas.

En paralelo a la restauración del edificio, el entorno de la catedral también está siendo rediseñado. Este proyecto, previsto para completarse en 2028, se centrará en la reurbanización de los espacios que rodean la catedral para crear un entorno verde y pacífico, adaptado a los desafíos climáticos del siglo XXI.

La reurbanización incluye la remodelación de una plaza con piedras calizas, la plantación de 150 árboles, y la instalación de una fina capa de agua que refrescará el aire. Un nuevo pasaje subterráneo ofrecerá a los visitantes acceso directo al Sena y a la cripta arqueológica.

Todo pensado para recibir a los millones de turistas

Se han tomado medidas para garantizar que la catedral pueda recibir a los millones de turistas anuales. Esto incluye la creación de una gran área de recepción subterránea, con una librería, cafetería y otros servicios, manteniendo la conexión con el pasado histórico del lugar.

Uno de los elementos más destacados es la reconstrucción de la emblemática aguja diseñada por Viollet-le-Duc, que fue completada en febrero de 2024. También se están restaurando los techos, vidrieras y el icónico órgano de 8.000 tubos.

A pesar del progreso visible, las obras continuarán hasta 2026. Esto incluye la restauración final de elementos interiores como el damero blanco y negro del suelo y la limpieza de las bóvedas.

Para aquellos interesados en ver el proceso de restauración, se ofrece una experiencia inmersiva de realidad virtual llamada Eterna Notre-Dame, accesible desde la plaza de la catedral, que brinda una visión detallada de los trabajos en curso y los esfuerzos por devolverle su esplendor.

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