Indignación y dolor en Cantabria. Una mujer de 59 años está siendo investigada por la Guardia Civil tras un atroz acto de maltrato animal: según revelan las pesquisas del Seprona, habría arrastrado con su vehículo durante al menos ocho kilómetros a dos cachorros, atados con correas a la parte trasera del coche.
Los hechos fueron denunciados por testigos que alertaron a los agentes al ver al vehículo circular en dirección a Novales con los animales atados. Tras un rápido despliegue, los efectivos localizaron a los cachorros ya sin vida en una finca de la localidad de Oreña, donde la mujer intentaba enterrarlos. Ambos animales, de apenas cuatro meses, presentaban heridas y abrasiones compatibles con el arrastre prolongado por asfalto, según una información de Europa Press.
A este caso se suma otra denuncia que demuestra que el maltrato animal no distingue especie ni circunstancia. Un agente fuera de servicio detectó a un pony con graves heridas en el rostro en una parcela del municipio de Voto. Tras inspeccionar el lugar, los agentes del SEPRONA confirmaron que el animal tenía una cabezada hecha con cuerdas extremadamente apretadas, incrustadas en la piel, que le provocaron lesiones en la cabeza y alrededor del ojo izquierdo.
Tras varias gestiones, la Guardia Civil identificó al presunto responsable, un hombre de 68 años, que también está siendo investigado por un posible delito de maltrato animal.
Ambos casos ya están en manos de la justicia. Desde el SEPRONA recuerdan la importancia de la colaboración ciudadana en este tipo de delitos y hacen un llamado a denunciar cualquier indicio de maltrato animal. Las leyes españolas contemplan sanciones penales para quienes causen sufrimiento, lesiones o la muerte a animales de forma intencionada o por negligencia grave.