La misa exequial se celebrará el martes 12 de diciembre a las 11.00 horas en la Catedral de Girona, que desde las 9.00 horas acogerá la capilla ardiente
El obispo emérito de Girona Carles Soler ha muerto este sábado de madrugada a los 91 años en la residencia sacerdotal Bisbe Sivilla de Girona, según ha informado el Obispado de Girona en un comunicado.
Soler, nacido en Barcelona el 12 de septiembre de 1932, estudió Humanidades y Filosofía en Barcelona, se licenció en Teología y en Derecho Canónico por la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma y fue ordenado presbítero en la Capilla del Colegio Español de Roma en 1960.
Fue nombrado obispo de la capital gerundense en octubre de 2001, cuando era obispo auxiliar del Arzobispado de Barcelona, y ejerció el cargo hasta julio de 2008, cuando el Papa aceptó su renuncia, tras haber cumplido los 75 años.
El administrador diocesano de Girona, Lluís Suñer, ha destacado el servicio generoso y desinteresado del obispo emérito, y ha añadido: “Para él, el ministerio episcopal se resumía en dos palabras: servicio y donación”.
La misa exequial se celebrará el martes 12 de diciembre a las 11.00 horas en la Catedral de Girona, que desde las 9.00 horas acogerá la capilla ardiente.