Un 85% de las mujeres españolas con cáncer de mama sobrevive durante los cinco años siguientes al diagnóstico, sostuvo el doctor Armando Tejerina, presidente de la Fundación de Estudios Mastólogicos (FEMA), en rueda de prensa.
La sobrevida de las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama obedece a una detección más precoz de la enfermedad y a tratamientos personalizados y de precisión; atendiendo a las características biológicas de cada tumor, explicó.
La supervivencia aumenta considerablemente y la morbimortalidad disminuye», sostuvo el especialista, que además preside una fundación sobre el cáncer de mama, que lleva su nombre.
En 2023, se prevén entre 34.000 y 36.000 cánceres de mama nuevos en España, junto con un aumento en su frecuencia en edades más tempranas, advirtió Tejerina, durante la presentación del XXVI curso «Cáncer de mama: una enfermedad curable», que se celebra este jueves y mañana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, dirigido por Manuel Sánchez del Río.
Precisamente en este curso, aunando temas «novedosos» explicados de una forma «compresible» para todos los participantes, se van a tratar estos tipos diagnósticos y de tratamientos personalizados y nuevas técnicas, además de ponerse en valor la «importancia» de las campañas de prevención de cáncer de mama entre la población y la vuelta a la «vida normal» de las pacientes que han sufrido esta enfermedad oncológica, subrayó Sánchez del Río.
En la misma línea, Antonio Tejerina ha detallado que hoy en día, los avances en la cura de esta enfermedad permiten ese «tratamiento integral» y «personalizado» que ha demostrado «una mejoría» en el pronóstico en los últimos años.
«Pero ya no solo nos preocupamos por esa mejoría en el pronóstico, sino también en la mejoría de la calidad de vida de las mujeres que han padecido cáncer de mama», ha remarcado el jefe de cirugía del Centro de Patología de la Mama-Fundación Tejerina, quien ha hecho hincapié en la necesidad de que todas las unidades que tratan a las pacientes deben contar con un equipo «multidisciplinar».
Además del oncólogo o cirujano, deben existir en ese equipo, a su juicio, otras especialidades como la fisioterapia oncológica, la psicooncología, la cirugía plástica o la estética oncológica, porque todo ello ayudará a «mitigar todos los efectos secundarios» que sufren las mujeres que han padecido la enfermedad.
Tejerina afirmó que -en cirugía plástica- se ha dado «un paso más» en la reconstrucción mamaria, ya que ahora, además de intentar recuperar el volumen, se busca «restaurar completamente la forma y estética de la mama» adaptándolo a las necesidades de cada mujer, y se lleva a cabo mediante tecnologías 3D, nuevos implantes o incluso expansores que permiten realizar resonancias magnéticas.
El objetivo de este avance médico es «recuperar la imagen corporal» de las mujeres y conseguir «una mejor calidad de vida» para ellas, de las cuales «afortunadamente» casi el 70%, cuando se les diagnostica el cáncer en fases iniciales, «pueden conservar su mama».
En cuanto al 30% de las pacientes que requieren una mastectomía o extirpación quirúrgica de la mama, ahora es posible que pese a la intervención se pueda reconstruir el pecho y pueda «verse bien en el espejo», concluyó.