Hoy: 22 de noviembre de 2024
Al menos el 61% de los españoles de entre 18 y 79 años afirma haber sufrido un problema de salud mental en los últimos tres años, sobre todo los menores de 36 años con problemas económicos y familiares, siendo el estrés (42%) y los problemas de sueño (39%) los más predominantes, según revela una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizada en 2.061 personas.
Entre los principales problemas de salud mental señalados, el más habitual es el estrés (42%), seguido de los problemas de sueño (39%), la ansiedad generalizada (31%), la depresión (24%), la inestabilidad emocional (23%) y los ataques de pánico o fobias (15%); y, en menor medida, las adicciones (5%) y los trastornos alimenticios (4%).
A menudo estos problemas son motivadas o aceleradas por experiencias vitales externas ya que un 63% de los que sufrieron la pérdida de un ser querido afirman que pasar por dicha experiencia tuvo un impacto alto en su salud mental. Los problemas económicos (52%), de salud (48%), el desempleo (45%) y los conflictos de pareja (34%) o familiares (33%) son otras contingencias de la vida que pueden impactar en la salud mental percibida.
Poco más de la mitad de las personas que afirman sufrir o haber sufrido recientemente algún malestar psicoemocional buscó tratamiento o ayuda. La más habitual es la ayuda farmacológica (68%), pero a menudo también la ayuda psicológica (58%). Es habitual que la ayuda farmacológica y psicológica se extiendan a periodos superiores a los dos años, especialmente cuando se habla de la medicación, donde un 43% afirma haber estado recibiendo tratamiento con medicamentos por dos años o más.
En el caso de la terapia psicológica un 27% ha estado recibiendo dicha terapia durante dos o más años. No obstante, es llamativo que un 30% de los que abandonaron el tratamiento psicológico afirma como razón el alto precio, ya que no siempre es fácil acceder a este servicio en la sanidad pública.
En este contexto, la OCU considera que “hay que seguir impulsando la atención de los problemas de salud mental, especialmente desde la sanidad pública y más en concreto desde Atención Primaria”.
“No solo porque es eficaz, también porque rebaja la presión a los médicos de familia, que a menudo tienen que atender este tipo de problemas al no contar con psicólogos clínicos en el mismo centro; de hecho, carecen de ellos los servicios de salud de Aragón, País Vasco, Extremadura y las dos Castillas. Su servicio evita además la sobre medicación y la cronificación del problema”, señalan.
En definitiva, la OCU insta a las comunidades autónomas a incluir o reforzar la asistencia psicológica en la cartera de servicios comunes de Atención Primaria, así como a mejorar la disponibilidad de psicólogos en los servicios hospitalarios y allí donde su presencia puede tener efectos notables en la mejora de la salud mental, como en los centros de mayores, educativos o de atención de dolencias mentales graves.