El ministro de Interior ha calificado de “proporcional” y “oportuna” la actuación de la policía
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha justificado este miércoles en el Congreso la reacción policial del asalto a la valla de Melilla, ocurrido el pasado mes de junio, y donde murieron decenas de personas. El ministro ha calificado la actuación de “proporcional” y “oportuna”, incluyendo la actividad de los antidisturbios.
En su comparecencia ante el Pleno de la Cámara, el ministro ha insistido en que lo que sucedió “fue un intento intolerable y violento” de entrada en el país. Según su relato de los hechos, la Guardia Civil encontró a 1.700 personas “portando objetos ofensivos y palos” que buscaban entrar de forma violenta en el país, por la zona del Barrio Chino de Nador. También asegura que trataron de forzar las puertas de seguridad “utilizando hachas, mazas e incluso una sierra radial manual”.
El ministro ha defendido, por tanto, el uso “proporcionado” de material utilizado por las fuerzas de seguridad, así como el empleo de helicópteros y drones para hacer frente a la situación. Asimismo, Grande-Marlaska ha lamentado el balance en territorio español tras estos hechos: 55 guardias civiles heridos y materiales y equipamiento dañados.
“Tenemos que continuar con una política migratoria que, en dimensión de seguridad, debe continuar apostando por la protección de nuestro entorno físico”, ha concluido el ministro Malaska. Por su parte, todos los grupos políticos han criticado con dureza la postura del ministro. En concreto, han afeado que no dé cifras de fallecidos, culpe a las mafias sin pruebas o defienda los rechazos en frontera.