Luka Modric ya tiene fecha para su última danza con la camiseta del Real Madrid. El croata de 39 años, leyenda viva del centro del campo blanco, dirá adiós este sábado al Santiago Bernabéu en su último partido en casa antes de disputar el Mundial de Clubes. Trece años después de su llegada desde el Tottenham, se marcha como uno de los símbolos de la era más brillante del club, según una información publicada en Europa Press.
“Este momento nunca quise que llegara, pero así es el fútbol”, escribió Modric en una carta de despedida colgada en redes sociales. “Me voy con el corazón lleno”, confesó el mago de Zadar, que ha sido pieza angular en cinco Champions, innumerables remontadas históricas y noches de puro madridismo.
Llegó como un mediapunta silencioso y se marcha como el metrónomo más fino que ha pasado por Chamartín en décadas. Se va con títulos, sí, pero sobre todo con una conexión única con la grada. Cada ovación fue un lazo, cada pase una carta de amor al juego.
Agradecido al presidente Florentino Pérez, a sus entrenadores y a los compañeros con los que compartió batallas, Modric remata una carrera con la humildad del que sabe que ha dado todo. “El Real Madrid siempre será mi casa. Para toda la vida”.
Este sábado, el Bernabéu será un pañuelo blanco y un aplauso largo. Porque se va Luka Modric, pero su nombre ya está escrito con tinta de oro en la historia del club más grande del mundo.