La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) han convocado una nueva jornada de huelga nacional el próximo 10 de octubre. Con esta movilización, exigen al Ministerio de Sanidad la creación de un Estatuto Marco específico para la profesión médica, así como un espacio de negociación propio que reconozca sus particularidades dentro del sistema público de salud.
El presidente del Sindicato Médico de Andalucía, Rafael Ojeda, ha expresado la determinación del colectivo: “Nuestro objetivo es firme y claro, no vamos a parar nuestras movilizaciones hasta que no tengamos un Estatuto Marco propio y un marco de negociación propio. Esto va a ser un camino difícil, pero no vamos a cesar en nuestras acciones”.
Además, Ojeda ha adelantado que, si no hay una respuesta por parte del Ministerio, se intensificarán las protestas: “También habrá movilizaciones de los facultativos. Además de concentraciones frente al Ministerio de Sanidad con ocasión de las reuniones del comité de huelga. Van a venir compañeros para trasmitirle el apoyo de toda la profesión”.
En paralelo, CESM y SMA han solicitado una reunión urgente con la ministra de Sanidad, Mónica García, para presentarle personalmente sus demandas. Según el secretario general de CESM, Víctor Pedrera, también planean llevar el conflicto a nivel europeo para denunciar vulneraciones de derechos relacionados con la seguridad laboral, la conciliación familiar y la salud mental del colectivo médico.
A pesar de que esperarán a conocer los cambios definitivos del Estatuto Marco que el Ministerio negocia con otros sindicatos (CC OO, UGT, CSIF, CIG y FSES), consideran que el texto actual es “absolutamente insuficiente”. En palabras de Pedrera: “El mantra de que en España faltan médicos” es erróneo; la escasez se da en la sanidad pública, y no se soluciona “abriendo facultades como churros” ni “cediendo competencias a otros colectivos”.
Según concluye, “la única forma es con un estatuto propio digno que equipare al médico con el resto de trabajadores del sistema público y con el resto de médicos de Europa”.