La neurocientífica Tamara Pazos ha vinculado la creencia a un sesgo en la metodología de un estudio, que excluía a las personas enfermas del análisis
La idea de que una copa de vino diaria podría ser beneficiosa para la salud ha sido un tema de gran discusión en el ámbito de la nutrición y la salud. Durante años, estudios que afirmaban estos supuestos beneficios han circulado ampliamente, promoviendo la idea de que el consumo moderado de vino podría mejorar ciertos indicadores de salud. Sin embargo, investigaciones recientes y el consenso de expertos en salud y nutrición ahora cuestionan esa creencia, destacando que, en términos de salud, la ingesta ideal de alcohol es cero.
En una reciente intervención en el podcast Abro paraguas, la bióloga y neurocientífica Tamara Pazos, conocida en redes como @putamen_t, explicó el problema metodológico detrás de uno de los primeros estudios que sugería beneficios en la ingesta moderada de vino. En palabras de Pazos, “había un sesgo brutal porque las personas que consumían cero copas eran, en muchos casos, pacientes que ya estaban enfermos y que no podían beber alcohol”.
Según explicó, al no excluir a estas personas de la muestra, el estudio sugería erróneamente que quienes bebían una copa diaria estaban más sanos, cuando en realidad los datos se veían alterados por la inclusión de individuos que ya padecían enfermedades.
Sustituible por alimentos más beneficiosos
Como señala The Huffington Post, Pazos enfatizó que este tipo de error metodológico ha llevado a muchas personas a asumir que el vino es beneficioso para la salud sin considerar sus efectos perjudiciales. Si bien el vino contiene antioxidantes como el resveratrol, la cantidad es mínima y fácilmente reemplazable con una dieta rica en frutas y verduras, que ofrecen antioxidantes en cantidades mucho más beneficiosas y sin los riesgos asociados al consumo de alcohol.
Estudios recientes, como el publicado en Gastroenterology and Hepatology en 2023, refuerzan esta postura, destacando que el consumo habitual de alcohol incrementa el riesgo de daño hepático, cáncer y muerte prematura. Pazos también insistió en que “no existe una cantidad de alcohol saludable”, destacando que incluso cantidades pequeñas pueden tener efectos perjudiciales en órganos como el hígado y en la salud general.