Un inesperado cambio físico en los astronautas Barry “Butch” Wilmore y Sunita Williams ha despertado la curiosidad del público. Tras pasar nueve meses varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a fallas en su nave, ambos regresaron a la Tierra con una apariencia distinta: su cabello estaba notablemente más canoso, informa Excelsior.
El regreso de los astronautas fue un evento ampliamente seguido por espectadores y expertos. Sin embargo, el drástico cambio en su aspecto generó todo tipo de especulaciones y teorías sobre los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano. Aunque la NASA aún no ha dado una explicación definitiva, estudios previos sugieren que los vuelos espaciales pueden acelerar ciertos procesos de envejecimiento.
Los viajes espaciales prolongados provocan una serie de alteraciones fisiológicas. Según la NASA, la microgravedad puede causar pérdida de densidad ósea y muscular, así como un debilitamiento del sistema inmunológico, efectos que se asemejan al envejecimiento acelerado en la Tierra. Esto podría explicar la fragilidad física con la que fueron vistos Wilmore y Williams al momento de su regreso.
Un estudio de 2016 sugiere que los vuelos espaciales pueden afectar la expresión genética de los folículos pilosos, alterando su crecimiento y regeneración. Además, la exposición prolongada a la radiación espacial y el estrés oxidativo podrían contribuir al encanecimiento prematuro del cabello. Algunos expertos también consideran que la simple falta de productos para el cuidado capilar, como tintes, podría haber hecho más evidente el cambio en la apariencia de Sunita Williams.
Los astronautas quedaron atrapados en la EEI durante 286 días luego de que su nave, la Boeing Starliner, presentara fallas que impidieron su regreso en el tiempo previsto. Su misión, que originalmente duraría poco más de una semana, se extendió inesperadamente, exponiéndolos a condiciones extremas por un periodo prolongado.
Ahora, tanto Wilmore como Williams deberán pasar por un proceso de recuperación para readaptarse a la gravedad terrestre. La NASA continuará monitoreando su salud y evaluando los efectos a largo plazo de esta estadía extendida en el espacio. Mientras tanto, el enigma de su cabello encanecido sigue dando de qué hablar y podría convertirse en un punto clave para futuras investigaciones sobre los impactos de los vuelos espaciales en el cuerpo humano.