Hoy: 22 de noviembre de 2024
El acceso a la vivienda en España ha empeorado considerablemente en los últimos años, siendo el alto precio de los inmuebles la razón principal por la que muchos españoles, especialmente jóvenes, abandonan la búsqueda de una vivienda para comprar o alquilar. Este motivo ha desplazado a la falta de oferta adecuada, que en 2018 lideraba la lista de razones por las que los ciudadanos desistían de adquirir un inmueble.
Según el III Observatorio de la Vivienda en España de Century 21, uno de cada siete jóvenes ha abandonado su búsqueda por los elevados precios, mientras que en 2018 era uno de cada tres, evidenciando el impacto de los costes actuales en la capacidad de compra de la población más joven.
En cuanto a los precios de compra, se observa un incremento notable desde 2018. En ese año, el rango de precios más buscado oscilaba entre los 100.000 y 150.000 euros, con un 28% de la demanda en esta franja. Sin embargo, en 2024 solo el 20% de los compradores busca en este rango, reflejando un aumento en las expectativas de precios que limita el acceso a la vivienda asequible. A pesar del alza de precios, los españoles están dispuestos a asumir mayores cuotas hipotecarias en 2024 que en 2018, aunque el porcentaje de personas que solicita un crédito ha disminuido.
La capacidad de pago de los españoles también ha cambiado, ya que en 2024 solo el 42% está dispuesto a pagar hasta 500 euros al mes por su hipoteca, en comparación con el 61% en 2018. Paralelamente, ha crecido el número de personas que pueden asumir cuotas de entre 501 y 800 euros. En cuanto a las formas de financiación, la opción preferida sigue siendo el pago parcial al contado combinado con un crédito (45%), mientras que quienes optan por financiar con la venta de una propiedad previa han aumentado al 19%.
El acceso al crédito hipotecario se ha convertido en un obstáculo más para la compra de viviendas, limitando las posibilidades de los ciudadanos. El informe indica que en 2023 las hipotecas concedidas cayeron un 18% respecto a 2022 debido a un endurecimiento de las condiciones de financiamiento. Este fenómeno responde tanto a la menor capacidad adquisitiva de las familias españolas como a las regulaciones del Banco Central Europeo, que fijan el límite del esfuerzo financiero familiar en un máximo del 35%.
Demográficamente, los compradores mayores de 50 años han aumentado, pasando de representar el 10% en 2018 a un 31% en 2024. Este grupo también muestra una preferencia por viviendas más amplias y unifamiliares, que ahora son deseadas por un 20% de los compradores en comparación con el 11% en 2018. En el perfil de los vendedores, los hombres mayores de 50 años representan el 60% de quienes ofertan inmuebles en el mercado actual, frente a un predominio femenino observado en 2018.
Finalmente, la percepción de las políticas de vivienda en España es negativa tanto para quienes ofrecen como para quienes buscan vivienda. A pesar de que la Ley de Vivienda lleva más de un año en vigor, el 69% de los oferentes y el 79% de los demandantes desconocen su contenido. Además, el 65% de los oferentes y el 71% de los demandantes consideran que las políticas gubernamentales en vivienda son ineficaces, reflejando la desconfianza general hacia las medidas estatales para mejorar el acceso al sector inmobiliario.