La renovación de energía de una fachada puede ayudar a ahorrar hasta un 50% del consumo del sistema de aire
El aislamiento, la climatización y la iluminación son algunos de los aspectos importantes para mejorar la eficiencia energética de los hogares, tal y como destacó Leroy Merlin con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio.
Entre las principales fuentes de consumo energético en el hogar, la compañía menciona la calefacción, que consume el 42% del consumo energético total, seguida del uso de electrodomésticos (26%) y el consumo de agua caliente (19%). Sin embargo, la mayor parte de la energía del hogar se pierde a través de las paredes (35%), los techos (25%) y las ventanas (20%).
Es por ello que, como argumentan, la mejora de la envolvente térmica del hogar se erige como un factor fundamental a la hora de optimizar el consumo de energía y garantizar el confort en todas las estaciones del año, un proceso que implica intervenir en diferentes áreas de la vivienda, como tejados, ventanas, muros y suelos según la compañía.
La rehabilitación energética de la fachada, por ejemplo, puede representar hasta un 50% de ahorro energético en el consumo de sistemas de climatización. Otro aspecto a tener en cuenta es la elección adecuada de puertas y ventanas, que pueden suponer una reducción de hasta del 70% de la pérdida de energía, reduciendo así el consumo de calefacción y aire acondicionado.
En cuanto a la calefacción, sistemas como las calderas de condensación, de biomasa o las bombas de calor aire-agua destacan por su capacidad para optimizar el consumo de energía. Por ejemplo, una caldera de gas de condensación puede alcanzar un rendimiento del 109%, en contraste con el 85% de una caldera estándar de gasóleo tipo C. Sin embargo, para maximizar su eficacia, se recomienda combinar estos sistemas con calefacción por suelo radiante.
Por otro lado, en el capítulo de iluminación eficiente, la sustitución de lámparas convencionales por tecnología LED puede disminuir el consumo en iluminación hasta en un 75%. Además, la implementación de sistemas de domótica para controlar la iluminación permite programar horarios y ajustar la intensidad lumínica según las necesidades, lo que promueve un ahorro a largo plazo.
“Elegir productos y soluciones que necesitan un menor consumo de energía ayuda a tener un menor impacto de nuestras acciones en el medio ambiente. Esto se traduce en una reducción en las emisiones de gases efecto invernadero y de la huella de carbono. Al mismo tiempo, como consumidores, conseguimos un importante ahorro económico en las facturas del hogar”, ha explicado el director de Mercados Técnicos en Leroy Merlin España, Harry Hospitalier.
Como recuerda, “por cada grado centígrado de ajuste, se reduce el consumo en un 7%“. “Así, si optamos por el aislamiento térmico, unas ventanas y puertas de calidad no solo incrementamos nuestro bienestar, sino que podemos reducir las pérdidas energéticas en un 70%. Adicionalmente, hay opciones para el hogar que nos ayudarán a ajustar el consumo. Por ejemplo, la aerotermia puede lograr hasta un 75% de ahorro en la factura de electricidad y de gas, y sistemas de monitorización y regulación de la temperatura logran una caída del consumo de entre el 20% y el 30%”, ha precisado.
Según un informe realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en España más del 80% de las viviendas tiene una calificación energética E, F, o G, las tres categorías con el rendimiento energético más bajo (siendo la etiqueta A la de mayor eficiencia y la G la de menor). Con la entrada en vigor de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios de la Unión Europea, los edificios residenciales deberán reducir su consumo energético al menos en un 16% hasta 2030, y como mínimo en un 20% hasta 2033. Por ello, cada país de la UE deberá crear e implementar un plan nacional de rehabilitación antes de que acabe 2025.