La temporada de alergias al polen se adelantará este año, con picos «inminentes», y afectará en mayor medida a la región de Extremadura, el norte de Andalucía, Castilla y León, en algunos puntos de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, donde las personas alérgicas se enfrentarán a una primavera moderada o intensa, según las predicciones de la Sociedad Española de Alergología o Inmunología Clínica (SEAIC).
Según ha explicado en rueda de prensa el presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC, Juan José Zapata, las «muy altas» temperaturas del invierno, donde la media se ha situado 1,1ºC por encima de la media de la serie histórica, y la «normalidad hídrica» que se ha producido en cuanto a las precipitaciones, respecto a las que ha aclarado que no se han incluido en el modelo las lluvias de marzo, llevarán a un «aumento de la polinización, tanto alargando el periodo como anticipándose también los picos a lo esperado».
En concreto, en el centro peninsular habrá variaciones, con una primavera que pasa de «muy leve» a «leve» en Aragón y que se prevé «moderada-intensa» en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Comunidad de Madrid. «En Ciudad Real y en Toledo sí esperamos 6.000 granos por metro cúbico o incluso que pueda llegar a algo más si la temperatura es apropiada», ha precisado Zapata.
En el sur peninsular, se dará un incremento considerable de pólenes por gramíneas en comparación con años pasados en Almería, Cádiz, Málaga o Huelva, donde se pueden alcanzar los 1.700 granos, el doble que en temporadas pasadas. En Córdoba y Granada la primavera será «moderada», mientras que en Sevilla, Jaén y la comunidad de Extremadura será posiblemente «muy intensa».
En este punto, Zapata ha apuntado que en años anteriores la intensidad de la gramínea en Cáceres y Badajoz podía llegar a 8.000, 9.000 o incluso 10.000 granos, pero el modelo arroja que este año la cifra puede alcanzar hasta los 19.000 granos, motivo por el que ha alertado a la población alérgica de una posible «efectación sobreañadida».