La piloto española aspira a superar en la categoría de coches su mejor registro en motos
Laia Sanz, piloto del Astara Team, quiere enseñar todo lo que puede ofrecer en el próximo Dakar. Tras alcanzar “su techo en motos” con un meritorio noveno puesto en 2015 y terminar decimoquinta este año, pretende demostrar que está preparada para destacar con el coche.
Al mismo tiempo, la catalana sueña con competir en un equipo oficial con un T1+, y considera que ha dejado patente su regularidad con una etapa de 2024 que define como ” la más dura, pero también la más bonita”.
Tras la edición de este año, Laia se muestra muy satisfecha con su rendimiento, y expresa que echaba de menos un Dakar con ese nivel de intensidad: “El concepto de la etapa maratón (48 horas) me ha encantado, tiene un poco más de supervivencia que los últimos años”, declaró a Europa Press.
La veterana piloto sacó el máximo partido a su Astara, culminando un nuevo Rally Dakar –ya son 14 sin abandonar– en la categoría de 4×2, finalizando en una meritoria decimoquinta plaza en la clasificación general. “Hemos hecho un buen trabajo todos, tanto nosotros como el ‘staff’ y los mecánicos”, aseguraba.
Experiencia en coches
Tras tres años compitiendo con el coche, la piloto ha adquirido una solidez que le ayuda a progresar en sus objetivos. “Empiezas a conocer un poco cómo va todo. El secreto es gestionar los problemas lo mejor posible con las herramientas que tienes, incluso en los días malos”, señala.
“Con trabajo, con mucha pasión y con ganas de aprender y humildad. Yo dejé una posición cómoda en moto, teniendo un buen contrato, y me fui a lo desconocido. Mucha gente no lo haría. Es empezar de cero, volver a rehacer todo el camino, que no es fácil, pero al final siempre me ha gustado salir de la zona de confort”, reveló Sanz.
Asimismo, puso de relieve el trabajo de su copiloto, el italiano Maurizio Gerini, con el que lleva trabajando tres años. “Quien diga que no hay tensión dentro del coche miente, pero hemos trabajado muy bien juntos”, manifestó.
Etapa en motos
A pesar de que ahora centra sus esfuerzos en el coche, Sanz recuerda con orgullo su etapa como piloto de motos: “En España ninguno puede presumir de haber acabado todos los Dakares que ha iniciado. Además lo hicimos siempre con buen ritmo, porque en moto hemos hecho siete u ocho ‘top 20’, un ‘top 10’, varios ‘top 15′”, recordó.
Sin embargo, no esconde que su tiempo sobre dos ruedas es cosa del pasado. “En moto estás solo, pero también a veces te da incluso más satisfacción compartirlo con el copiloto. En el coche tienes más seguridad y vas un poco más relajado”, argumentó.
Para la catalana, el mundo de la moto es “tan difícil, tan exigente”, que sería “imposible” volver con un alto rendimiento. “Ahora me costaría hacer de los 25 primeros porque han pasado cuatro años. La edad hace que el peligro lo veas más y las lesiones al final pesan, mi cuerpo no es el mismo que hace cinco o diez años”, añadió cerrando las puertas a un regreso a la moto al alto nivel.
Próximos objetivos
Sanz apuntó que su noveno puesto en motos en el Dakar de 2015 fue su “techo” sobre dos ruedas. “Mi techo en coche aún está lejos. Aquello era lo máximo a lo que podía aspirar en moto, pero no tengo este sentimiento en coches”. Sobre la opción de conducir un 4×4 en el futuro, declaró que aún necesita más entrenamiento y mejores herramientas para que llegue la oportunidad.
Así mismo, cree que ha llegado el momento de subirse a un T1+ y pelear con los mejores, después de lograr una 15ª posición en la general, por delante de favoritos como los dos Audi de Mattias Ekstrom o Stéphane Peterhansel, o de Nasser Al Attiyah, que abandonó. “Ahora mismo sueño con eso”, reconoció.
No obstante, la española admite que “ahora mismo solo hay 5 o 6 tíos que pueden ganar el Dakar”. “Obviamente, hay gente que puede ganar etapas, puede hacer una etapa brillante, pero creo que el resto no están al nivel de ganarlo. Y diría que lo que es ganar, ganar, igual solo hay 3 ó 4 que pueden”, sentenció.