En los últimos años, en todo el mundo se han degradado anualmente casi 1.000.000 kilómetros cuadrados de tierras saludables y productivas
Desde el oeste de América hasta el este de China, más de tres cuartas partes de la tierra del planeta se ha vuelto constantemente más seca en las últimas décadas, de acuerdo con un reciente informe de las Naciones Unidas que describió la situación como un “peligro existencial global”, según ha publicado el Diario de Chihuahua.
De acuerdo con el reporte, las emisiones industriales de gases que provocan el calentamiento global fueron una de las causas principales. Si las naciones no frenan el incremento de las temperaturas, es posible que la sequía ponga en peligro más zonas a causa de tormentas de arena y polvo, incendios en los bosques, falta de agua, pérdida de cosechas y desertificación.
El informe se presentó durante una cumbre de la ONU en Riad, Arabia Saudita, donde los países debatieron sobre cómo prevenir que más áreas habitables se transformen en zonas estériles.
Según el informe, cerca de un tercio de las personas residen en áreas con escasez de humedad, en contraste con una de cada cinco en 1990.
Numerosos sitios son relevantes productores de alimentos, tales como Argentina, España y la región del Mar Negro, afirmó Narcisa Pricope, una de las escritoras del informe y científico de sistemas terrestres de la Universidad Estatal de Mississippi. Algunos países, como Sudán del Sur, están expuestos a conflictos e inestabilidad política.
Niños afectados
La crisis de aridez se está produciendo “en nuestro tiempo”, afirmó el Dr. Pricope. “Está afectando a nuestros niños”, recoge el Diario de Chihuahua.
En los últimos años, en todo el mundo se han degradado anualmente casi 1.000.000 kilómetros cuadrados de tierras saludables y productivas. En virtud de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, de 30 años de antigüedad, los países se comprometieron a detener la devastación.
La cumbre sobre desertificación es la primera reunión relevante de la ONU que tiene lugar en Arabia Saudita, nación que acoge uno de los desiertos más extensos del mundo. Sin embargo, como el mayor exportador de petróleo a nivel mundial, la nación ha intentado obstaculizar los esfuerzos mundiales para enfrentar el cambio climático y los perjuicios al medio ambiente.
En las discusiones sobre el clima realizadas en Azerbaiyán, los oficiales de Arabia Saudita intentaron debilitar el compromiso de dejar los combustibles fósiles, afirmaron los negociadores, a pesar de que Arabia Saudita fue una de las casi 200 naciones que apoyan la promesa el año anterior. Los representantes de Arabia Saudita también encabezaron una estrategia exitosa en Corea del Sur para impedir un pacto destinado a restringir la contaminación y la fabricación de plásticos.
Investigaciones
El estudio divulgado hace unos meses detalla las acciones que podrían potenciar la resistencia de las comunidades, incluyendo la reevaluación de los sitios donde se plantan cultivos que demandan gran cantidad de agua, como el trigo y la alfalfa. Lugares con un extenso pasado de problemas hídricos (como Los Ángeles) ya están investigando esos cambios, afirmó Barron Orr, el principal científico de la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación.
“No digo que sea fácil, pero al menos saben cómo hacerlo”, afirmó el Dr. Orr. “Eso no será así en muchas áreas urbanas muy grandes de todo el mundo”.
Los sitios que los investigadores categorizan como áreas secas no solo experimentan sequías ocasionales, sino que también padecen una carencia constante de humedad: se extrae del suelo un mayor volumen de agua mediante la evaporación y la emisión de vapor por las plantas que se refleja en forma de precipitaciones o nieve.
De acuerdo con el documento de la ONU, en 2020 se consideraba que más del 40% de las tierras del planeta que no se encuentran en la Antártida eran tierras secas. Según el informe, el volumen de tierra que se secará este siglo dependerá de la cantidad de combustibles fósiles que las sociedades continúen quemando.
“Mientras sigamos calentando la atmósfera, esta básicamente demandará más agua”, añadió el Dr. Pricope.
Tal y como señala el estudio, Europa es particularmente vulnerable. En las últimas décadas, más del 95% de las tierras del continente se han tornado más secas, y esta tendencia podría agravarse si las emisiones se elevan a cifras considerablemente elevadas.
Según el informe, algunas áreas secas podrían tornarse más húmedas conforme el planeta se caliente, incluyendo regiones de África central y la India. Con un ambiente más caluroso, tanto la lluvia como la nieve pueden precipitarse en ráfagas más fuertes, lo que en algunas zonas podría contribuir a contrarrestar el incremento de la sequedad provocado por las temperaturas más elevadas.
No obstante, no se anticipa que ningún sitio clasificado actualmente como seco se transforme de manera constante en húmedo en las décadas venideras, indica el estudio.
La tendencia a la sequía y sus efectos ambientales no siempre pueden ser reversibles, al menos no en términos humanos, afirmó Peter Greve, experto en agua y clima en Helmholtz-Zentrum Hereon, un centro de investigación en Alemania.
“En estas tierras secas, muchos de los ecosistemas están súper adaptados a las condiciones actuales”, dijo el Dr. Greve.
Es tentador, apunta el Diario de Chihuahua, pensar que las plantas y otros organismos podrían simplemente adaptarse a condiciones más cálidas, desplazándose hacia el norte o hacia altitudes más elevadas, dijo. “Pero a veces simplemente no es posible”, agregó, “porque los cambios son demasiado rápidos”.