Lamentablemente, el acceso y la atención a programas de salud mental presentan una gigantesca brecha en el país. A pesar de los avances en el área de salud en general, la salud mental sigue siendo despreciada y olvidada en gran medida
La salud mental es un factor crucial que moldea el estilo de vida de cada individuo y, en última instancia, influye en el bienestar de toda una nación. Sin embargo, en República Dominicana, existe una preocupante disparidad en cuanto a la atención y el acceso a programas de salud mental. A pesar de los avances y mejoras en el área de la salud en general, este aspecto sigue siendo relegado, lo que tiene consecuencias negativas, especialmente para aquellos que enfrentan trastornos mentales, adicciones y otros problemas de salud.
El Análisis de Situación de Salud realizado por el Ministerio de Salud Pública en 2014 reveló que aproximadamente el 20 por ciento de la población dominicana padece trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Además, existen numerosos casos de adicciones a sustancias psicoactivas y situaciones de violencia y abuso intrafamiliar que impactan negativamente en la salud mental de los ciudadanos.
Resulta preocupante que, a pesar de esta realidad, la salud mental no reciba la atención y prioridad que merece en el país. Mientras se abordan otros problemas como la desigualdad, problemas económicos, feminicidios, delincuencia y corrupción, la salud mental parece quedar en segundo plano.
Es imperativo que como sociedad reconozcamos la importancia de la salud mental y tomemos medidas concretas para garantizar el acceso equitativo y la calidad de los servicios de salud mental. Esto implica fomentar una mayor conciencia sobre el tema y proporcionar recursos adecuados para atender las necesidades de la población.
El Dr. Davi Reis Lopes, Director General de la Clínica Good Hope, destaca que la salud mental no se limita únicamente a consultas con psicólogos, sino que abarca aspectos como una alimentación saludable, ejercicio físico, lectura, rodearse de personas positivas y cuidar el bienestar emocional. Es esencial que estas prácticas sean promovidas y difundidas para mejorar el bienestar mental de la población.
Aunque existen espacios en el país que ofrecen consultas gratuitas y de bajo costo en materia de salud mental, aún hay desafíos en la disponibilidad y eficacia de estos servicios. Es crucial que el gobierno y las instituciones de salud trabajen en conjunto para garantizar una cobertura adecuada y facilitar el acceso a tratamientos efectivos para aquellos que lo necesiten.
La salud mental no es un tema que debe ser relegado o convertido en un tabú, sino que debe ser reconocido y atendido por todos. Es responsabilidad de la sociedad en su conjunto, así como de cada individuo, promover un cambio positivo y asegurar un futuro más saludable para todos los dominicanos. Priorizar la salud mental es esencial para lograr un bienestar integral y una sociedad más resiliente y equitativa.