El incidente ha servido para mostrar la humanidad y la cercanía de la monarca española con la ciudadanía
La sorpresa fue evidente al ver a la reina Letizia llegar al Teatro Real el pasado lunes para presidir el concierto EmociónArte, cojeando visiblemente y luciendo unas zapatillas reservadas, hasta entonces, para sus viajes de cooperación.
La decisión de cambiar sus habituales zapatos de tacón por unas deportivas se debió, según ella misma reveló con naturalidad, a que hace unos días se rompió un dedo del pie derecho, según informa Europa Press.
Pasión por el deber
“Una mala suerte. Van a ser unas semanas, se cura en nada”, afirmó con una amplia sonrisa, minimizando la importancia de la rotura en una de las falanges, concretamente la falange proximal del dedo central del pie derecho, ocurrida el sábado pasado al golpearse contra una mesa en el Palacio de La Zarzuela. Sin embargo, según revelaron en Espejo Público, la monarca no fue consciente de la gravedad de su lesión hasta que se sometió a una radiografía.
Y a pesar de que lo recomendable sería que guardara reposo para recuperarse cuanto antes, la Reina no está dispuesta a cancelar sus compromisos y no ha dudado en reaparecer en el concierto EmociónArte organizado por la Fundación Princesa de Girona con unas amplias y cómodas zapatillas de deporte que, sin duda, se convertirán en sus mejores aliadas en las próximas semanas.
La lesión, lógicamente, ha eclipsado el look de Doña Letizia, quien ha combinado con maestría sus deportivas con un pantalón recto en color blanco y una blazer de tweed de cuadros rosas y rojos con botonadura frontal y bajo desflecado. Un look ideal para el día a día con el que su Majestad ha dejado claro que elegancia no tiene por qué ser sinónimo de zapatos de tacón. pantalón blanco y blazer de tweed de cuadros rosas.