Esta semana la Princesa de Asturias ha realizado su primera salida al mar de este curso en las lanchas de instrucción junto a sus compañeros
Tras completar su formación militar en la Academia General de Zaragoza durante nueve meses y obtener el título de Dama Alférez Cadete del Ejército de Tierra, la princesa Leonor ingresó el 29 de agosto en la Escuela Naval Militar de Marín, Pontevedra, como guardamarina de primer año de la Armada.
Y apenas tres semanas después, la primogénita de los Reyes Felipe VI y Letizia está completamente adaptada a su vida en la Marina. A pesar de lo exigente de su día a día en la Escuela -donde se levanta a las 6:45 y combina clases teóricas y prácticas con un intenso entrenamiento físico idéntico al del resto de sus compañeros de promoción-, la heredera al trono está afrontando esta etapa con muchísima ilusión y entrega. Y así lo demuestran las nuevas imágenes que ha compartido la Armada Española a través de sus redes sociales.
Primera práctica en el mar
Esta semana la Princesa de Asturias ha realizado su primera salida a la mar de este curso en las lanchas de instrucción junto a sus compañeros, “adiestrándose en maniobras tan importantes” como salvamento, con recogida de hombre al agua, o “atracadas y desatracadas” de la embarcación.
Un exigente entrenamiento en el que, como han señalado desde la Escuela Naval de Marín, lo “más valioso” es que Leonor y el resto de guardamarinas de primer año “han trabajado juntos y han comenzado a forjar la unión entre las dotaciones”.
En las instantáneas publicadas en redes sociales vemos a la hija mayor del Rey Felipe VI, equipada con el uniforme reglamentario de este tipo de adiestramientos de la Armada -pantalón, camisa, chaleco salvavidas y gorra en azul marino-, realizando diversas tareas: desde realizar un simulacro de sacar a una persona del agua, hasta análisis de cartografía náutica observando un mapa en el interior de la lancha.
Completamente integrada con sus compañeros, Leonor se muestra cercana en varios momentos de la jornada en el puerto, donde charló amigablemente en corrillo, además de destacar su actitud atenta y curiosa ante las indicaciones de sus superiores, sonriendo en varios momentos de la primera de muchas de las salidas al mar que realizará en los próximos meses, antes de embarcarse en el navío de la Armada, Juan Sebastián Elcano, para comenzar la siguiente etapa de su formación castrense.